La Dirección General de Instituciones Penitenciarias (DGIP) concedió el tercer grado penitenciario al bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, 'Farruquito', una situación propuesta por la junta de tratamiento de la cárcel de Sevilla II, en donde se encuentra interno.
De esta forma, 'Farruquito', que casi ha cumplido la mitad de la pena de tres años a la que fue condenado por atropellar mortalmente sin carné de conducir y sin seguro a Benjamín Olalla en 2003, sólo deberá acudir a la prisión para pasar la noche.
El buen comportamiento del artista ha sido determinante para acceder a los beneficios penitenciarios. De esta forma la situación de Fernández Montoya irá a mejor y si, hasta ahora, contaba con los 36 días al año de permiso (grado al que se ajustan la mayoría de los presos) ahora podrá pasar en su casa y con su familia todo el día, regresando sólo a la prisión para dormir. Esta situación le permitirá, también, regresar al trabajo.
Según la DGIP, ahora será la junta de tratamiento de la propia cárcel quien el próximo jueves 27 de marzo pondrá en conocimiento del preso el horario que deberá cumplir, tanto de salida como de entrada de la cárcel.
Esta decisión se toma cuando 'Farruquito' ha cumplido casi la mitad de la condena de tres años en la prisión de Sevilla II. El bailaor entró voluntariamente en la cárcel el 16 de enero de 2007, después de que, en el juicio celebrado por la causa se le impusieran los tres años de pena, dos por homicidio imprudente y uno por un delito contra la seguridad del tráfico, ya que conducía sin carné y sin el seguro reglamentario.
HACE CASI CINCO AÑOS
Los hechos se produjeron en septiembre de 2003 cuando el artista atropellaba a las puertas del polideportivo 'San pablo' de Sevilla a Benjamín Olalla, dándose a la fuga posteriormente. En un principio, 'Farruquito' inculpó a su hermano pequeño; sin embargo, unas conversaciones telefónicas delataron al bailarín que finalmente fue juzgado.
De este modo fue condenado por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, además de a la pena carcelaria, a la privación del permiso de conducir vehículos de motor y ciclomotores durante tres años y medio y a indemnizar con 102.483,55 euros a la viuda de la víctima, María Angeles Madero. También tendrá que pagar 8.275,30 a cada uno de los padres del fallecido.
El buen comportamiento del artista ha sido determinante para acceder a los beneficios penitenciarios. De esta forma la situación de Fernández Montoya irá a mejor y si, hasta ahora, contaba con los 36 días al año de permiso (grado al que se ajustan la mayoría de los presos) ahora podrá pasar en su casa y con su familia todo el día, regresando sólo a la prisión para dormir. Esta situación le permitirá, también, regresar al trabajo.
Según la DGIP, ahora será la junta de tratamiento de la propia cárcel quien el próximo jueves 27 de marzo pondrá en conocimiento del preso el horario que deberá cumplir, tanto de salida como de entrada de la cárcel.
Esta decisión se toma cuando 'Farruquito' ha cumplido casi la mitad de la condena de tres años en la prisión de Sevilla II. El bailaor entró voluntariamente en la cárcel el 16 de enero de 2007, después de que, en el juicio celebrado por la causa se le impusieran los tres años de pena, dos por homicidio imprudente y uno por un delito contra la seguridad del tráfico, ya que conducía sin carné y sin el seguro reglamentario.
HACE CASI CINCO AÑOS
Los hechos se produjeron en septiembre de 2003 cuando el artista atropellaba a las puertas del polideportivo 'San pablo' de Sevilla a Benjamín Olalla, dándose a la fuga posteriormente. En un principio, 'Farruquito' inculpó a su hermano pequeño; sin embargo, unas conversaciones telefónicas delataron al bailarín que finalmente fue juzgado.
De este modo fue condenado por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, además de a la pena carcelaria, a la privación del permiso de conducir vehículos de motor y ciclomotores durante tres años y medio y a indemnizar con 102.483,55 euros a la viuda de la víctima, María Angeles Madero. También tendrá que pagar 8.275,30 a cada uno de los padres del fallecido.
