La reina Beatriz de Holanda ha anunciado hoy que prolonga una semana más su estancia en Austria, donde sigue hospitalizado grave su hijo, el príncipe Friso, que fue atrapado por una avalancha de nieve cerca de Innsbruck el 17 de febrero.
Beatriz, que junto a su nuera Mabel visita al príncipe de Orange-Nassau todos los días, ha suspendido los actos que tenía previstos en su país para la próxima semana, todos ellos en La Haya.
La Casa Real holandesa informó ayer de que el estado del príncipe Friso sigue siendo crítico y que, aunque estable, 'todavía no está fuera de peligro'.
'La salud de su alteza real el príncipe Friso sigue siendo la misma: estable, pero no fuera de peligro', apuntaba este miércoles un escueto comunicado del servicio de información de la institución monárquica, prácticamente idéntico al emitido el pasado domingo, cuarenta y ocho horas después del accidente de esquí.
El príncipe, de 43 años, se encuentra ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario de Innsbruck (Tirol austríaco), después de quedar atrapado por un alud el viernes mientras esquiaba en la localidad de Lech.
El accidente se produjo cuando Friso de Holanda esquiaba fuera de las pistas de la estación de Lech junto a un acompañante, en una zona donde se había decretado un alto riesgo de avalanchas.
El príncipe estuvo entre 15 y 20 minutos bajo la nieve y, tras su rescate, tuvo que ser reanimado.
