EUROVISIÓN 2014

Ruth Lorenzo: 'Si voy a Eurovisión, eso va a ser grande'

photo_camera La cantante Ruth Lorenzo.

No habrá lluvia en la actuación de la cantante Ruth Lorenzo durante su interpretación de "Dancing in the rain" en la gala que emitirá mañana TVE para elegir representante de Eurovisión, pero tiene claro que, si es ella quien va al festival, "eso va a ser grande, nada de un vestido, vientos y estrellitas".

."Siempre me dejo asesorar", asegura en una entrevista, "pero luego hago lo que me da la gana", añade con la boca chica y gesto travieso esta artista que, en su actuación en la preselección, mostrará todo lo que las circunstancias y premura le han permitido.

La murciana es una de las favoritas de los "eurofans", antes siquiera de que se conociera su canción o de que ella misma tuviera clara su participación.

"Eurovisión se convirtió en una meta hace mes y medio, cuatro días antes de anunciarse la preselección", cuenta Lorenzo, una de las participantes más recordadas del concurso de talentos de Reino Unido "X Factor".

Hasta a Prince, le contaría más tarde una de sus colaboradoras, le gustó la versión de "Purple rain" que realizó en el concurso.

Por su fama en aquel país y su potente directo, fue tentada por la BBC para representarles este año en Eurovisión. Tardó dos semanas y media en decir que no y llegó a mandar un correo electrónico dejándose querer.

"Decidí que me iba con Reino Unido, que me lo habían dado todo. A los pocos días, le dije a mi mánager que lo parara todo, que no podía, que si iba era con España", relata.

En su camino hacia la candidatura española a Eurovisión, le detenía su primer álbum en español, cuyo lanzamiento prepara.

"No lo veía por la manera de entrar en España, compitiendo con otras personas, y porque quería lanzar el proyecto a mi manera", afirma esta autora "muy celosa" de sus cosas, sabedora de que, ahora, "Dancing in the rain" ya no solo le pertenece a ella, sino también a TVE.

El tema alcanzó esta semana el número 1 en iTunes, a pesar de que no todo el público que la aguardaba vio satisfechas sus expectativas.

Muy obsesiva con su trabajo -"se me olvida comer", afirma- prefiere utilizar las críticas "como fuerza propulsora", filosofía que impregna "Dancing in the rain".

Fue ella quien la eligió para presentarse al festival, porque la ve "muy internacional, única y pegadiza" y revela que llegó a recibir una petición para convertirla en el primer sencillo de una artista española cuya identidad se niega a revelar.

"Este tipo de canción se va a entender en cualquier país y no caerá en el olvido. Hasta los niños la cantan y, cuando eso pasa, es porque vas por el buen camino", vaticina.

Ópera y rock, los dos pivotes estilísticos de su carrera, también están impresos en "Dancing in the rain". La primera, por las dificultades económicas de su familia en su infancia, se convirtió en una "asignatura pendiente" que solventará, dice, en su tercer disco.

En el rock se embarcó con 19 años y nombra a Freddy Mercury como referente. "Rock y ópera se parecen mucho en intensidad y drama", opina.

El peor momento de su carrera llegó al dejar EMI Music. "Soy cabezota o idealista y ellos querían hacer de mí una artista que no soy, llevarme a un pop desechable", cuenta.

"Yo quiero actuar con 80 años, estar embarazada, con dolores de parto, y la ambulancia esperando detrás del escenario", dice.

Ahora, de la mano de Roster Music, vive otra etapa y afronta su desembarco en España para dar a conocer doce canciones "muy personales" que brotaron en su idioma nativo.

"Planeta azul", "Guerreros", "Gigante" o "Noche en blanco" son algunos de esos temas que esperan los acontecimientos en torno a Eurovisión para fijar su fecha de salida.

"Como cantautora, me comparo mucho con Amaral por su imagen revolucionaria de lanzar la antorcha, aunque ella sea roquera y yo tengo un estilo más pop", observa.

Lejos quedan los días en los que actuaba ante un público imaginario y se otorgaba a sí misma un bote de kétchup como trofeo, mientras trabajaba ilegalmente en el almacén de un restaurante de EE.UU.

Su primer sueño se cumplió el día que actuó en el célebre O2 de Londres y el público de su sueño se volvió real. Quizás el 10 de mayo, en la final eurovisiva de Copenhague, pueda cumplir otro, pero antes deberá superar la fase de mañana.

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