Aguacate, té y otras hierbas toman la agricultura gallega gracias al cambio climático

El campo se ha convertido en un importante activo a raíz de las sucesivas crisis que hemos vivido este siglo y muchos han puesto su mirada en las posibilidades que ofrece en un contexto económico en el que la agricultura está menos sometida a los vaivenes económicos, especialmente en aquellos campos en los que se plantean productos de más valor. Entre esos proyectos destaca el que se desarrolla en As Mariñas Coruñesas, que comenzó hace una década con aromáticas y hace cinco años incorporó el primer té ecológico cultivado en Galicia. Ahora llega el aguacate a las Rías Baixas y no son los únicos. El cambio climático está propiciando que algunas especies que antes no se consideraban cultivables ahora encuentran zonas apropiadas, como las dos antes mencionadas o la experimentación con almendros y pistachos en la zona de A Estrada.