el destino

De Alberguería a Xunqueira

Una etapa cómoda, de veinte kilómetros que discurre por la comarca más llana de todo el recorrido gallego y que acaba a orillas del río Arnoia, en una villa de pasado termal y monumental

Dejamos atrás Alberguería, donde el peregrino es siempre bien recibido y bien recordado, como se puede ver en el establecimiento que está íntegramente dedicado a ellos, “El rincón del Peregrino”.  La etapa de hoy es corta: 20 kilómetros. Pero puede serlo más todavía si optamos por detenernos en Vilar de Barrio, donde existe un cómodo albergue y un acogedor núcleo de población. El recorrido se realiza cómodamente, en descenso. 

Los montes de San Mamede se presentan majestuosos con sus cumbres a más de mil seiscientos y mil seteciendos metros de altitud. Pero mirando hacia el suroeste el peregrino se sentirá como el vigía de un barco que allá a lo lejos ve tierra. Tierra trabajada, tierra labrada por el hombre en la primera llanura que se encuentra desde que abandonó las vegas zamoranas. Está, allá a lo lejos, A Limia, con la laguna fantasma que fue en el pasado una reserva natural y hoy no es más que el recuerdo y el granero de Galicia porque además de patatas, tiene una relevante producción de cereales.

Quienes deseen terminar la etapa en Vilar de Barrio pueden aprovechar para  conocer otra ruta excepcional que arranca desde muy cerca de su estación del tren. Es la conocida como ruta do Marroquí, también llamada la Muralla China. Debe su nombre al ingeniero que trazó esta carretera estrecha que bordea el macizo central y que sirvió para que los camiones pudiesen acceder a los túneles de la línea de Zamora durante su construcción. Gran parte de esa carretera está sostenida por un contrafuerte de grandes piedras que semejan una muralla, de ahí su segundo nombre. 

De Vilar de Barrio a Xunqueira de Ambía, la etapa es de 13 kilómetros y muy descansada. 

Tres kilómetros después de la salida llegamos a Bóveda Llegamos a Bóveda, una parroquia que forma parte de la geografía más llana de Vilar de Barrio.  Dicen que este pequeño pueblo se asentó sobre un antiguo castro. En la iglesia parroquial todavía tenemos un testimonio que recuerda a la familia que fue propietaria de estas tierras. Una pequeña capilla dedicada a los marqueses de Bóveda de Limia. Un título otorgado por el primer Borbón español, el rey Felipe V, a poco de tomar posesión de la corona española tras el fallecimiento de Carlos II el hechizado, y en plena guerra de sucesión. El primer marqués de Bóveda de Limia fue Juan Espinosa Feijoo Barros y Sotelo, que recibió el título en 1701.

La siguiente población es Vilar de Gomareites, la última parroquia de Vilar de Barrio en nuestro viaje hacia Compostela. Entre este pequeño pueblo y el siguiente cruzamos la llanura de la Limia por uno de sus extremos, con sus campos trabajados, mostrando distintos matices de verdes, de marrones e incluso casi negros de las fértiles tierras. Visto desde la lejanía parece un tejido escocés con sus cuadros, dominando el verde o el ocre, según la estación del año.

 Entramos ya en el término municipal del Xunqueira de Ambía y hemos pasado ya el ecuador de esta pequeña etapa de hoy. La Limia queda atrás y el paisaje ya nos devuelve a la Galicia de relieve más irregular que nos acompañará en los próximos cinco kilómetros hasta llegar a nuestro destino por hoy. Esto es Bobadela A Pinta, la primera parroquia de Xunqueira con la que se encuentran los peregrinos que siguen el Camino Mozárabe

Seguimos nuestro camino, ahora en dirección a Padroso. La vía de la Plata encara por estos paisajes uno de sus tramos más agradecidos, tanto por la belleza del entorno como por la comodidad que para el viajero supone este trazado.  Le sigue Cima de Vila una pequeña aldea llena de encanto. kilómetro y medio después llegamos a Quintela. 

Nos separa poco menos de un kilómetro del albergue de Xunqueira de Ambía, que se encuentra en las afueras de la villa. Como llegamos con tiempo suficiente, podemos hacer nuestra reserva, dejar nuestro equipo en el albergue y dar un pequeño paseo porque Xunqueira es uno de esos pueblos que merece la pena conocer.

El Albergue es moderno, tanto de diseño como de construcción. Está muy bien conservado y atendido y dispone de cómodas instalaciones para disfrutar de una buena estancia.

Te puede interesar