Análisis de Crimen - Mercenary Tales un juego de realidad virtual

Los juegos de realidad virtual no son de mis favoritos. No es que no me guste la idea de jugar con los mandos y las gafas con una inmersión más sensorial, es precisamente que esto no muchos lo logran. A pesar de la variedad de dispositivos que existen actualmente en el mercado de la realidad virtual, no muchos títulos logran recrear las físicas de la realidad demasiado bien. Es comprensible, pues la gran mayoría de desarrolladoras no trabajan en estas plataformas, pues no tiene tanto público como una consola o un ordenador de mesa.

Esto no quiere decir que sea imposible, como nos demostró Half-Life: Alyx, un juego que cumplía con credenciales los requisitos de cualquier jugador para un título de realidad virtual. No es el caso del juego de hoy, “Crimen, Mercenary Tales”, para Oculus Quest 2, que si bien es entretenido, no logra replicar la realidad en la captación de movimiento tan bien.

Es comprensible que con un equipo humilde como el de Carbon Studio no logren el nivel de un gigante como Valve, pero este es el problema de la realidad virtual, por el momento pocos son los valientes que se adentran a crear títulos ambiciosos. Crimen es un juego que nos pone en la piel de un mercenario, el juego consiste en combatir diferentes enemigos para cumplir misiones en un mundo con una estética cartoon.

Los personajes no son nada del otro mundo y el sistema de combate no es de lo más intrincado del mercado. Los enemigos tratarán de superarte numéricamente mientras tú tratas de bloquear sus ataques dependiendo de la dirección del mismo al tiempo que buscas romper su defensa y asestarles un golpe. La idea no es mala, pero es un estilo de juego que abunda en consolas de realidad virtual como las Oculus Quest 2. Desafortunadamente, lo poco que ofrece no está tan pulido como debería, en un juego que ofrece poco más que combates estos deberían estar a la perfección; sin embargo, nos encontramos con algunos bloqueos que no se registran adecuadamente y algunos ataques que sufren el mismo problema.

En general no es un mal juego para alguien que disfruta de los combates inmersivos en la realidad virtual, pero si eres más fan de sentarte y relajarte para jugar con un mando o un teclado y un ratón, no es un juego por el que merezca la pena dar el salto a la realidad virtual.

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