Galicia es tierra de nueves. Aunque su cultivo ha descendido notablemente hasta quedar en un ámbito meramente doméstico.
As Nogais, Nogueira, Nocedo... la toponimia nos habla de la importancia que le dieron nuestros antepasados al cultivo del nogal, un árbol que tiene su origen en Asia Menor, la antigua Persia y el extremo oriental de Europa. Y no era para menos: además de ofrecer una renta anual con la recolección de sus frutos, el nogal aporta una madera de extraordinaria calidad para la fabricación de muebles y otros subproductos, como el tinte que conocemos como nogalina.
Existe una diferencia abismal en el sabor de una buena nuez gallega, aunque sea de menor tamaño, cosa que va a depender de la variedad, y la que nos llega, insulsa, desde California. Como cultivo se da en tierras que se encuentren a menos de mil metros sobre el nivel del mar y en suelos ligeros, poco o nada ácidos. En algunas zonas del municipio de Nogueira de Ramuín y A Peroxa, a orillas del Miño es fácil encontrar las "nogueiras", alternando con castaños. El precio actual de las nueces debería servir de aliciente para recuperar su cultivo.
¿Qué es lo que ha hecho que la nuez se haya convertido en el rey de los frutos secos, incluso por encima de la almendra? La salud. Cada año se publican nuevos estudios en los que se ponen de manifiesto las bondades de la dieta hasta el extremo de que en la actualidad se señala que el consumo de media docena de nueces todos los días, o al menos cinco días a la semana, ayuda a regular el nivel del colesterol, contribuye a mejorar la salud de las arterias, mejora el rendimiento cerebral y previene el envejecimiento.
En su competencia frente a otros frutos secos, la nuez gana por abrumadora mayoría porque además de contar con un mejor arsenal de antioxidantes, su consumo es en crudo. No hace falta tostarla como sucede, por ejemplo con la almendra o los cacahuetes, por lo que no se ve sometida a una pérdida de propiedades y vitaminas por tal proceso.
En la cocina la nuez acompaña muchas salsas de carnes y caza. Pasándola por el almirez con el ajo y el perejil y luego lavándola con un poco de vino blanco alegra una pepitoria. Y luego, claro está, la repostería también se nutre de esta fruta.
California es el mayor productor del mundo, aunque Francia no se queda corta y sus frutos tienen más sabor. Miren en la etiqueta el lugar de origen y luego juzguen. Aunque, siempre que puedan, pregunten por las pequeñas tiendas del rural si se proveen de nueces gallegas. Entonces el sabor cambia como del día a la noche.
