Los cuidados del jazmín en maceta y en jardín

Una flor de jazmín.
photo_camera Una flor de jazmín.

Descubre los cuidados para tener una planta de jazmín sana y fuerte que genere unas preciosas flores acompañadas de su característica fragancia

Existen muchas plantas aromáticas que tienen un aroma de lo más encandilador, plantas como la lavanda o el tomillo, que pueden ser plantadas en espacios exteriores y aportan un olor agradable a nuestro jardín. Pero estas no son las únicas especies que podemos cultivar en el jardín y que aportan esta esencia al aire, pues el jazmín es una especie que no solo aporta un aroma delicioso, sino que también su aspecto es bello y regio, con un estilo de lo más elegante que dará notoriedad a cualquier jardín.

Esta especie es originaria de regiones tropicales y subtropicales de Eurasia, Australasia y Oceanía. Al igual que en el caso del castaño, tiene una especie “hermana” que comparte su nombre y tiene un aspecto similar, pero sus nombres científicos distan mucho, ya que sus géneros son diferentes. En el caso del castaño (Castanea sativa), ocurre con el castaño de indias (Aesculus hippocastanum) y en el caso del jazmín, del género Jasminum, nos encontramos con el falso jazmín (Solanum laxum). Para diferenciarlas, deberemos fijarnos en su aroma, el jazmín tiene una fragancia dulce, mientras que el falso jazmín tiene una intensidad mucho más suave.

Los cuidados del jazmín en el jardín

Los cuidados del jazmín son relativamente simples de complacer. Necesita un suelo con un buen drenaje, ya que no soporta bien el exceso de agua. Resiste muy bien el sol y el calor, pero es recomendable situarlo en una zona donde no reciba luz directa, sobre todo durante las horas de mayor incidencia del sol. En invierno, deben aplicarse protecciones contra las heladas, pues pueden quemarse las yemas y no rebrotar al alcanzarse la primavera, para ello podremos usar mantas térmicas o, si la hemos plantado en maceta, pasarla a un espacio interior si cabe la posibilidad.

El jazmín es una planta que se desarrolla durante la primavera y florece durante el mes de agosto. Sus flores son de distintos colores, pero no por la misma especie, pues la especie más común, el jazmín común (Jasminum ) tiene flores blancas, pero hay otras especies del género muy similares con flores de tonalidades amarillas o rosas. Las inflorescencias crecen a modo de racimo en las axilas de las hojas y ofrecen un dulce aroma muy utilizado en perfumería.

Los cuidados del jazmín en maceta

Los cuidados en maceta no son muy distintos, pero sí es mejor refrescar que condiciones se deben adaptar en caso de que no disponga del suelo. Esta especie no es especialmente exigente, pero no por ello se le deben negar sus cuidados básicos.

Como ya hemos comentado, necesita un buen drenaje, por lo que la maceta que utilicemos deberá poder drenar el exceso de agua sin encharcar el sustrato. Durante las épocas de crecimiento y floración, es decir, primavera y verano, deberemos aumentar la periocidad del riego, manteniéndolo húmedo pero no encharcado. Durante los meses fríos la planta entrará en reposo, por lo que deberemos reducir el riego bastante, evitando que se encharque con las aguas de lluvia.

Si se expone a la luz directa las hojas pueden amarillear, llegando a quemarse, por lo que deberemos ofrecerle un lugar con semisombra, a pesar de que aguanta bien las temperaturas cálidas. 

Durante la primavera deberemos aplicar un fertilizante de crecimiento, rico en nitrógeno y durante el verano, para favorecer la floración, deberemos cambiar a uno que tenga más cantidad de potasio y fósforo.

Deberemos estar atentos a la aparición de insectos y hongos, pues es propensa a la infección de plagas de cochinillas, pulgones, mosca blanca y araña roja y en cuanto a hongos al oídio. También tiende a sufrir podredumbre de la raíz y a la clorosis férrica si sufre carencia de hierro.

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