LITERALMENTE

Greg Lake, que estás en los cielos con Emerson

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Greg Lake pudo haber sido uno de los gigantes de la música pero en algún momento se perdió. Acaba de fallecer en un semi-anonimato el fundador de dos bandas legendarias como King Crimson y Emerson Lake and Palmer (ELP), y el considerado como el segundo mejor bajista del rock y un gran cantante.

El mismo año en que Keith Emerson puso fin a su vida fallecía Greg Lake, a los 69 años, semi-retirado desde hace más de 20. Todo en él fue precoz: a los 21 años fundó  King Crimson, uno de los grupos que más influencia ha tenido en la música, y fue coronado como el gran bajista del rock y uno de sus mejores cantantes, poseedor de una voz única que resuena con fuerza y precisión en temas como “Epitaph” o “I talk to the wind”. Aquella aventura duró poco, pero su huella ha sido perenne y el primer disco de la banda carmesí se convirtió en objeto de culto y en canciones mil veces reinterpretadas y revisadas. Apenas un año después, acabó a bofetadas con Robert Fripp, probablemente el premio al músico más insoportable del mundo pop-rock, y fundó el mastodonte ELP, que tuvo un inicio interesante pero acabó diluyéndose durante otros diez años con  discos cada vez más densos y aburridos con larguísimos solos de batería y partes eternas de sintetizadores y teclados. Lake se perdió en algún momento de esa travesía, aunque dejó algunas piezas para la historia, como la reinterpretación de “Cuadros de una exposición”, si bien el paso del tiempo ha dejado la mayor parte de la obra de ELP en un cierto olvido.

Tras el supergrupo de los setenta, otro de los dinosaurios que poblaban aquella década, en los ochenta se lanzó en solitario con desigual fortuna. Luego vendría su colaboración con Carl Palmer en Asia –otro grupo desafortunado, muy aburrido y fuera de sitio- y más proyectos en solitario de poco fuste, una reunión crematística con Emerson que acabó bastante mal y que resultó en realidad muy poco afortunada. A esas alturas, y con 36 años, ya parecía que Greg Lake estaba jubilado y que lo había dado todo siendo muy joven. Incluso dejó de tocar el bajo, en lo que era un maestro. También Emerson ofrecía la misma imagen, una decadencia absoluta que le llevó el pasado mes de marzo de 2016 al suicidio víctima de una depresión absoluta. Lake y Keith Emerson ya no se hablaban desde hacía tiempo y no hubo momento para una reconciliación.

Para el recuerdo queda aquel primer disco con King Crimson, quizá uno de los mejores de la historia del rock, que le destapó como un bajista imaginativo con una técnica prodigiosa y la crítica le ha colocado como segundo del pop y rock, sólo por detrás de otro músico ya fallecido,  John Entwistle, de Who. Como cantante, Lake alcanzó unas cotas muy difícilmente superables, pero su talento se fue diluyendo en el dinosaurio sónico de ELP y sus últimos veinte años han sido de decadencia hasta que el cáncer le laminó. En una segunda paradoja, este mismo 2016 se reconstruyó King Crimson, que muchos años después vuelve a interpretar los antiguos temas…

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