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Lugares enigmáticos del mundo

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photo_camera El aventurero Lorenzo Fernández Bueno es el presentador.

El programa de DMAX tratará de averiguar la verdad que se esconde detrás de algunos de los fenómenos paranormales y de los enigmas más desconcertantes del mundo, de la mano del periodista Lorenzo Fernández

DMAX viajará “a los lugares más enigmáticos del mundo” de la mano del experto periodista Lorenzo Fernández Bueno en ‘Misterios con Lorenzo Fernández Bueno’. El primero de los programas se estrenó el pasado martes 23 de enero. El programa tratará de averiguar la verdad que se esconde detrás de algunos de los fenómenos paranormales y de los enigmas más desconcertantes del mundo.

Lorenzo Fernández Bueno regresa al canal tras protagonizar ‘Enigmas de nuestra historia’ para viajar por todo el mundo en busca de pruebas y testimonios que ayuden aclarar un total de 14 misterios, entre los que destacan las apariciones extrañas, leyendas que se hicieron realidad, exorcismos masivos en santuarios católicos, fenómenos paranormales, lugares y objetos malditos que han provocado el terror durante generaciones, misterios históricos como la Pirámide de Bosnia-Herzegovina o los sarcófagos gigantescos de Egipto.

“En esta nueva serie vamos a mostrar las distintas caras del misterio. Porque el misterio es aventura, es exploración, es visitar los lugares más enigmáticos del mundo”, afirma el presentador”.

“Y todo lo que he encontrado -y que mostraremos a los espectadores-, es simplemente alucinante”, promete Fernández Bueno que perseguirá enigmas por España y por distintos lugares del planeta, como Escocia, Egipto, Rumanía, México o Perú entre otros. Y lo hará con un objetivo: “demostrar que en pleno siglo XXI todavía hay muchas cosas por explicar”.

Entre los misterios que se abordarán en el programa, destaca el de la ‘pirámide de los muertos’ en Cantabria. Todo dio comienzo hace 80 años en el Puerto del Escudo, uno de los más peligrosos por su sinuoso trazado de la geografía española. Durante la Guerra Civil aquí se produjo un terrible enfrentamiento.

Franco decidió construir una pirámide de más de 20 metros con el fin de albergar los cuerpos de los militares. Décadas más tarde, el destino negro se cobró su pago, cuando los supervivientes de aquella contienda fueron invitados a España para acudir al mausoleo. Tras la ceremonia, al iniciar el descenso del puerto, el autobús en el que viajaban perdió los frenos... Desde entonces en el interior de la pirámide se producen fenómenos difíciles de explicar.

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