¿De dónde viene tu relación con la moda?
Desde muy pequeña. Mi familia siempre estuvo bastante ligada a la moda. Por parte materna todas mis tías eran modistas, de pequeña iba a sus talleres a revolverme entre hilos y fornituras. En mi casa, a mi madre siempre la recuerdo calcetándonos y bordándonos prendas.
Tus diseños miran hacia la artesanía. ¿Cuál es la filosofía de la marca?
Intento diferenciar mis prendas con esa idea de lo hecho a mano. Lo que hace que una prenda sea única y diferente. Aunque quieras, nunca te van a salir dos iguales. Creo que eso es lo bonito de la artesanía: la diferencia y la exclusividad.
¿De qué modo se aplican hoy las técnicas artesanales a la moda?
Cada vez está todo más industrializado. Casi todas las técnicas se pueden hacer a máquina. Pero no es lo mismo. No es lo mismo comprar un traje hecho en cadena a comprar un traje que esté hecho por un sastre y a medida. La gran mayoría de las técnicas artesanales se pueden aplicar a la moda y te permiten ser muy creativa y “customizar” las prendas. El bordado a mano, la cestería, el cuero... O incluso trabajos menos relacionados con la moda como la cerámica o la escultura. Lo importante creo que está en la imaginación de cada artesano.
Una parte importante de tu trabajo son los bordados, que parecen estar viviendo un buen momento. ¿Qué aporta a los diseños?
Sí, a pesar que cada vez esté todo más mecanizado, la artesanía está un poco en auge. Cada vez se valora más la diferencia, el tiempo y trabajo que lleva hacer una prenda de forma artesanal. El bordado a mano está viviendo un buen momento. Hay mucha gente que quiere aprender a bordar y se deciden a tomar clases. ¡Es que una prenda bordada a mano no tiene nada que ver con una prenda bordada a máquina! Las prendas bordadas a máquina quedan planas, sin texturas ni volúmenes. Mientras las que bordas a mano tienen otra presencia, y siempre puedes ir creando e inventando según vas haciendo.
¿De dónde surge la inspiración para cada colección?
En realidad todo puede inspirarte. Pero yo me inspiro mucho en Galicia, el idioma, la naturaleza, las costumbres ancestrales, y la Galicia antigua con sus trajes tradicionales y los grandes personajes de nuestra historia.
¿Quién es vuestro público?
La gran mayoría son mujeres, aunque cada vez hay más hombres. Gente que valora la artesanía y la originalidad y que le gusta ir diferente. No tenemos un rango de edad, desde niñas a mujeres de avanzada edad llevan nuestras prendas. Trabajamos todas las tallas, desde la talla 2 años a la talla 3XL.
¿Cómo ha sido tu experiencia emprendedora?
Es muy difícil. Yo he tenido suerte, mis clientes valoran mucho lo que hago y gusta mi trabajo. Pero es muy difícil competir con las grandes superficies. Por no decir imposible. A diario me encuentro con gente que dice que mis productos son caros comparados con esas empresas low cost. Pero no pueden compararnos ni es el mismo trabajo ni las facilidades son las mismas. Por eso no trato de competir con ellos, lo que yo hago es una cosa y ellos hacen otra completamente distinta.
Las redes sociales están influyendo en casi todos los sectores comerciales. ¿Qué han supuesto en tu trayectoria?
Para mí son mi escaparate. Al trabajar bajo encarga no tengo tienda online. Y hasta día de hoy he funcionado sin problema gracias a las redes sociales. Me permiten mostrar mi trabajo y llega a un gran número de personas que me pueden escribir si están interesadas.
¿Por dónde crees que pasa el futuro de la moda?
A pesar de que creo que en moda todo está inventado, nunca dejará de funcionar. Nos gustar ir en tendencia e invertir en moda. Aunque está cambiando un poco la la forma de fabricar y de comprar. Muchas empresas intentan ser más sostenibles a la hora de fabricar, incluso usan materiales reciclados. Los consumidores tendemos a comprar menos y mejor.
¿Y el tuyo?
El mío espero que pase por mucho trabajo. Creando nuevas colecciones y aportando más novedades a mis clientas. Y sin perder la esencia de la marca, lo “feito na casa” con mucho cariño y mimo.
