La moda actual quiere quitarse de encima el sambenito de “segunda industria más contaminante del planeta”, así que ha comenzado a dar importantes pasos hacia propuestas sostenibles, justas y de economía circular.
SEGUNDA MANO
Se ha constituido como el adalid de la moda sostenible gracias, en buena medida, al auge de las tiendas de reventa de productos, tanto físicas como las aplicaciones online. Se trata de productos que ya han sido usados pero que, en ocasiones, se vuelven a introducir en el mercado casi nuevos. Este término no es sinónimo de vintage o el llamado NOS (New Old Stock), que son productos antiguos pero no tienen por qué estar usados. Vestir de segunda mano es una buena opción para diferenciarse de las prendas más vendidas de cada temporada y siempre es posible seguir las tendencias porque la moda es cíclica y el “todo vuelve” es ley.
RECICLAJE
En este caso, el concepto es similar al de cualquier otra industria. Se trata de tomar los residuos generados por la fabricación textil y aprovecharlos para crear con ellos nuevos materiales. Es una de las áreas más abiertas a la innovación y en base a ella se han creado tejidos con plásticos o propuestas tan innovadoras como el Piñatex, elaborado a partir de fibra de piña, el Microsilk, hecho de telarañas, o el Tencel, con cáscara de madera.
UPCYCLING
Este término también se engloba dentro del apartado del reciclaje pero, en concreto, busca reconvertir las prendas en otras nuevas alargando así la vida de los tejidos pero mediante un proceso más ágil que el del propio reciclaje. Un ejemplo sería la colección presentada por María Escoté en 2020 en la que todos los looks estaban confeccionados a partir de otros, como camisetas de fútbol o chaquetas publicitarias. Las posibilidades creativas de esta opción son prácticamente infinitas y es una de las bases de la economía circular en moda.
DOWNCYCLING
Frente al upcycling, el downcycling se podría considerar una infrautilización del reciclaje. Es decir, utiliza materiales cuya calidad no permite crear nuevas prendas o tejidos y los reconvierte en elementos para la industria que se pueden reconvertir en aislamientos o rellenos.
COMERCIO JUSTO
Este es uno de los puntos que más se analizan con lupa en el caso de la llamada “fast fashion”. En el recuerdo de todos permanece el edificio que colapsó en Bangladesh en el año 2013 y que puso en jaque a grandes imperios de la industria. Desde entonces, la preocupación por el comercio justo ha ido en aumento y son muchas las marcas que buscan esta certificación. Conseguirla depende de cuestiones como el respeto a los derechos laborales, la fabricación de forma legítima o mediante procesos que garanticen el respeto medioambiental.
MODA ÉTICA
Relacionada con el concepto anterior, la moda ética es la que tienen como prioridad de su modelo de negocio el impacto social, económico y sanitario de sus trabajadores. Así, es intrínseca al comercio justo pero, al mismo tiempo, se preocupa de desarrollar iniciativas que mejoren la calidad de vida de diferentes colectivos. Una forma de apostar por este tipo de moda sería la conocida como “slow fashion”.
GREENWASHING
Es uno de los riesgos que corren las empresas que apuestan por la moda sostenible sin cimientos reales en sus acciones. El “greenwashing” se considera un lavado de imagen de marcas con mala reputación basándose en el compromiso ecológico y medioambiental pero sin un compromiso verdadero en su finalidad. Acaba siendo un efecto contraproducente que puede perjudicar al negocio.
ECONOMÍA CIRCULAR
Todas estas prácticas forman parte de un modelo de economía circular cuya finalidad principal es la de alargar el ciclo de vida de los productos y evitar el consumismo injustificado. Es la base sobre la que se asientan la gran mayoría de las prácticas sostenibles hoy en día.
MODA DE PROXIMIDAD
Este sistema le da prioridad a los procesos de producción que estén próximos geográficamente al lugar de distribución final de los productos, avanzando así en cuestiones como las emisiones del transporte o la reducción de la huella de carbono o la garantía de los derechos de los trabajadores.
