Montañesas remozadas

El dúo cántabro Casapalma analiza su álbum "Montañesas"

Con la edición de su álbum “Montañesas”, el dúo cántabro Casapalma reivindica el folclore y da un paso más para popularizar entre el público un repertorio que muchos pueden considerar, como ellos dicen, “anticuado”. “Compartimos mucho con los que estuvieron por aquí antes que nosotros”, espetan Yoel Molina e Irene Atienza, respetuosos con su pasado musical pero atrevidos en cuanto a un sonido mixturado que puede incluir desde pop hasta electrónica y ya no sólo jotas o picayos.

¿Cómo trabajaron el proceso de resignificación del folclore montañés para acercarlo a imaginarios típicos del pop alternativo o incluso la electrónica?

Lo primero que planteamos es: “¿Qué elementos queremos mantener?; ¿a qué queremos ser fieles?”. Desde el principio establecimos que tanto la letra y la melodía como los ritmos y los tempos de los bailes tenían que mantenerse fieles a las grabaciones de campo con las que empezamos trabajando. Más tarde, trabajando con bailadores, hemos empezado a tener también en cuenta la estructura del baile. Y a partir de ahí hemos sido totalmente libres en la instrumentación y la armonía. Ha habido dos retos especialmente complicados, las formas de las canciones son casi siempre irregulares y la mayoría de los estilos contemporáneos funcionan en grupos de 4, 8 o 16 compases. Hacer convivir texturas de trap o reguetón con ritmos irregulares no ha sido fácil, pero al final creemos que hemos conseguido que suene natural. Por otro lado, las canciones tradicionales duran muy poco y hemos tenido que componer muchos interludios y transiciones que permitan construir canciones completas con muy pocos elementos melódicos como punto de partida. Sobre todo, el proceso ha sido un diálogo entre influencias contemporáneas muy eclécticas y la música de tradición oral.

¿Qué expectativas tienen respecto del lanzamiento de “Montañesas”, siendo vuestro álbum debut?

Por un lado, que la gente que no se ha acercado al folclore por sentirlo como algo ajeno o anticuado, pueda escuchar estas canciones en otro contexto y se dé cuenta, como nosotros, de que compartimos mucho con los que estuvieron por aquí antes que nosotros. El amor, el desamor, los celos, el cortejo han estado ahí siempre. Y también esperamos hacer muchos conciertos con este repertorio.

¿Qué tanto espacio hay en España para el folclore?

Para hacer algo auténtico hay que hacerlo desde la propia verdad y el “de dónde venimos” es algo fundamental en ese proceso.

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