HISTORIA

El peor hombre sobre la tierra

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photo_camera Casandro, la imagen de la traición, la brutalidad y el rencor.

Entre la galería de malvados sin escrúpulos que ha dejado la Historia destacó con fuerza en el mundo antiguo Casandro, regente de Macedonia y gobernador de toda Grecia en el siglo IV antes de Cristo

Casandro es la imagen de la traición, la brutalidad y el rencor sin fin hacia el legado de Alejandro Magno, que se propuso y logró destruir a base de ir acabando con todos sus familiares en un plan tan maquiavélico como  efectivo. Primero se libró del hermanastro de Alejandro y luego de la madre, la enérgica Olimpia, mediante una traición, capturando más tarde a la viuda, Roxana, y al hijo de Alejandro, del mismo nombre en cuyo nombre en teoría gobernaba el país hasta su mayoría de edad. Cuando era un niño de 13 o 14 años asesinó a ambos, a la madre y el hijo con el fin de fundar su propia dinastía. No contento con todo ello, sembró la discordia entre los griegos y decidió proclamarse rey de Macedonia tras haber liquidado a todos los legítimos sucesores de Filipo y Alejandro. En teoría, era sólo el regente, quien ocupaba el trono hasta la mayoría de edad del legítimo heredero del imperio, pero sus ambiciones iban mucho más allá.  También lo logró, aunque de forma efímera, apenas dos años. 

Al parecer, su rencor hacia el Magno procedía de cuando  en la campaña persa el gran macedonio planeó asesinar al padre de Casandro, Antípatro, de quien sospechaba que tramaba un complot con otros generales, un golpe de estado contra el monarca. Es cierto que Alejandro comenzaba a sufrir una creciente paranoia a medida que crecía su poder absoluto tras la conquista del reino persa, donde los hombres estaban reducidos a una categoría de siervos, poco más que esclavos del Gran Rey. Pero los griegos, que eran y se sentían hombres libres, no soportaban un trato así. Clito el Negro, compañero desde pequeño de Alejandro, se lo dijo a la cara y como respuesta recibió una lanza en el costado. Alejandro se arrepintió, pero así estaban las cosas. 

Antípatro era entonces el regente de Macedonia y de toda Grecia, y fue llamado a Babilonia a que diera cuenta de su gobernanza. Olimpia, la madre de Alejandro, había escrito advirtiendo de las maniobras que realizaba para afianzarse en el poder. Desconfiando en que podría ser una treta para destituirlo y matarlo, envió en su lugar a su hijo Casandro, para enorme enfado de Alejandro. Sin embargo, Antipatro siguió de regente gracias a que el rey falleció poco después en Babilonia, quedándose con la Hélade tras el reparto de territorios entre los generales, donde Ptolomeo se hizo con Egipto.

 Antipatro falleció poco después pero no le dejó en herencia el poder real a Casandro, de quien desconfiaba. Al parecer consideraba que además de astuto, su hijo era cruel y artero. Pese a ello, Casandro maniobró y logró todo lo que anhelaba, comenzando por la regencia que le había negado su padre, tras dar un golpe de estado y matar al sucesor designado por Antipatro. 
O casi todo, porque la semilla de la discordia estaba sembrada. Su dinastía apenas le sobrevivió: germinada sobre el odio y la destrucción, uno de sus hijos asesinó al último descendiente que quedaba de Alejandro, su hermana Tesalónica (hija de Filipo y Olimpia, la ciudad griega actual se llama así en su honor), y a continuación su hermano mató al parricida. Un siglo después llegaría Roma y todo habría terminado para la Grecia independiente gobernada desde Macedonia…

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