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Rubus, un gran restaurante en un pequeño local de Ribadavia

Fachada del Rubus, en Ribadavia.
photo_camera Fachada del Rubus, en Ribadavia.

Materia prima de muy buena calidad, un vino del Ribeiro muy rico y un servicio rápido y atento, bien sincronizado con una cocina que trabaja de manera impecable.

Era el último restaurante de la Plaza Mayor de Ribadavia que me faltaba por conocer y allí fui. Llegué con estado de ánimo alicaído, tras varios días de fiebre y confieso que esa comida me sentó como si hubiese curado al instante. Pero vayamos por partes.

Es local es pequeño, aunque cuenta con un comedor al que se accede como si se fuese a un sótano y que es más utilizado en invierno que en verano. En estos días de calor, las mesas de los soportales y las que se extienden en la terraza de la propia plaza dan más satisfacción y comodidad a los comensales que así disfrutan de un espacio digno y bien cuidado. Dispone de una carta muy variada en entrantes, ensaladas, carnes y pescados. Pero cuenta con unos menús para dos personas que son los que suelen recomendar: En ambos casos incluyen una entrada para compartir y una botella de vino y, una parrillada de carne (28 euros) o dos entrecot de ternera (31 euros). Éramos tres y el propietario, que fue quien nos atendió nos dijo “el de parrillada, aunque es para dos os llega porque es abundante”. Y vaya si lo era. Tomamos pulpo de entrada y una fuente con ternera, cerdo ibérico, chorizo criollo y churrasco de cerdo blanco que siendo tres de buen diente no fuimos capaces de terminar y eso que estaba muy bueno todo, convenientemente acompañado por una ensalada y patatas fritas.

Materia prima de muy buena calidad, un vino del Ribeiro muy rico y un servicio rápido y atento, bien sincronizado con una cocina que trabaja de manera impecable. 

En resumen, un gran restaurante en un pequeño local, que trabaja con conciencia y no sube el listón de sus precios en temporada alta ni baja la calidad.

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