Todo el mundo quiere tener sus plantas lo más bonitas posible, llenas de coloridas flores y con un intenso color verde. Para ello muchos utilizan distintas variedades de productos fertilizantes, la mayoría de ellos químicos, como pueden ser los clásicos y polivalentes NPK. Pero también hay parte de los jardineros que rehúsan este tipo de productos y buscan alternativas más ecológicas.
En esta ocasión vamos a hablar de un producto que todo el mundo tiene, pero que la mayoría tira a la papelera porque desconoce su potencial en la jardinería. En esta ocasión vamos a hablar de las cáscaras de huevo. Todo ello sin dejar de tener en cuenta que cada variedad, como el jazmín, precisa cuidados específicos a tener en cuenta.
En Galicia es muy común conocer a alguien que tiene una finca con gallinas. Muchos de ellos conocen las propiedades de las cáscaras de huevo, pero las utilizan para alimentar a las propias gallinas, pues aportan calcio, es comparable a lo que hacen las escolopendras cuando mudan. Cuando una gallina pone un huevo, invierte una importante cantidad de calcio, por lo que alimentarlas nuevamente con la cáscara, les ayuda a recuperarlo. Las escolopendras invierten mucha energía en deshacerse de su viejo exoesqueleto, por lo que se alimentan de él para recuperar parte de esta energía.
Estas propiedades de las cáscaras de huevo no son solo útiles para las gallinas, pues las plantas también agradecen un aporte de calcio, además de otras cualidades que también aportan. Este recurso ecológico, que además nos evita generar más desperdicios, reciclando algo que de otro modo íbamos a tirar, no solo aporta nutrientes necesarios para las plantas, sino que también ayuda a combatir plagas.
Esparcir cáscaras de huevo trituradas por la superficie de la tierra donde se encuentra nuestra planta, ayudará a evitar que las babosas o limacos y los caracoles pululen por nuestros queridos vegetales. Esta propiedad no se debe a ningún recurso químico de las cáscaras, tan solo se debe a que al pasar sobre ellas, estos moluscos se pinchan y procuran evitarlas a toda costa.
Si buscas hacer un fertilizante y no solo usar las cáscaras de huevo para evitar plagas, la receta es de lo más sencilla. Tan solo tendremos que triturar las cáscaras hasta que queden hechas pedazos pequeños. Una vez triturado, lo mezclaremos con el sustrato que vayamos a utilizar en nuestra planta. El calcio es un mineral muy rico para las plantas y ayuda a su desarrollo. Aportar calcio de esta forma ayuda a que esté más disponible para las plantas, pues el calcio se libera de forma muy lenta en la tierra. Este fertilizante casero es especialmente aconsejable para favorecer la floración de las rosas.
Además de aportar calcio al suelo, las cáscaras ayudan a reducir la acidez del mismo. En Galicia los suelos tienden a ser ácidos, con un pH que ronda entre el 5 y el 6. Un método muy utilizado para subir el pH es el encalado, que consiste en esparcir piedra caliza sobre el suelo buscando reducir la acidez. Este método se basa en una reacción química que ayuda a reducir los iones de hidrógeno mediante la aportación de calcio, pero además de poder hacerse aplicando piedras ricas en calcio, se puede hacer esparciendo cáscaras de huevo. Mantener un pH neutro, es decir, de 7, ayuda a que los nutrientes sean más accesibles para las plantas, pero también es cierto que algunas plantas, como las hortensias, necesitan un suelo ácido (plantas acidófilas).
Debido a la estructura de las cáscaras, estas también favorecen el drenaje, pudiendo ser un sustitutivo perfecto para la gravilla. Además, también puede ser mezclado con compost para hacer un abono orgánico muy rico en nutrientes, para ello solo tendremos que triturarlas formando una harina de cáscara de huevo y mezclándola con nuestro compost.
El consultorio
¿Tener plantas en casa puede ayudar a mejorar mi estado de ánimo? ¿Si es así, cuál recomienda?
Fernando Díaz; Ourense
Gracias por su consulta. Sin duda está más que demostrado que la jardinería es un hobby que reduce el estrés y aumenta la producción de endorfina. El cuidar de una planta, ya sea en un jardín o en el balcón produce un efecto muy positivo en el estado de ánimo. Además, estar atentos a sus cuidados nos ayuda a organizarnos gracias a las rutinas diarias que nos proponemos para ayudar a que nuestra planta crezca sana y fuerte. El simple hecho de dedicar unos minutos a cuidar nuestras plantas nos permite evadirnos y desconectar, mejorando claramente nuestra salud mental.
En cuanto a la segunda pregunta, sí que es cierto que no hay una planta que arroje un resultado mejor que otra en este sentido. Desde mi punto de vista lo mejor es buscar una sencilla, pues que se nos muera una planta puede ser un golpe duro, más si nos encontramos en un estado psicológico sensible.
