J.J. Abrams es uno de los creadores de contenido de cine y televisión más prolíficos de las últimas década. Con trabajos de gran éxito alejados de lo convencional en sus inicios, uno de los más recordados por los aficionados a la ciencia ficción es Fringe (2008-2013), una serie que combinó el formato de casos cerrados cada semana con una historia relevante de trasfondo, desarrollando a partir de la segunda temporada una auténtica locura con mitología propia en la que los universos paralelos y los viajes en el tiempo fueron los auténticos protagonistas.
Con cuidados guiones y una especial atención a dar sentido a toda la historia, “Fringe” sigue siendo revisionada a día de hoy y está considerada un clásico de la ciencia ficción. Con paralelismos a muchas historias de comics clásicas de los 80 y 90 y con un excelente reparto, la trama empezó a ser secundaria ante la amalgama de personajes paralelos en la última temporada, que finalmente dio un final satisfactorio para cerrar la historia.
