El vino más viajero de Rectoral de Amandi

Hace pocos meses que salió el primer lote de Matilda Nieves de Rectoral de Amandi y ya lo hizo con una medalla pegada en sus botellas. La de plata obtenida en el International Wine &amp; Spirit Competition de Londres. Fue una de las dos medallas que ganó esta bodega en ese concurso internacional, uno de los más veteranos, con más de medio siglo de historia. La otra, fue de bronce para el clásico de la bodega, el que lleva su nombre, Rectoral de Amandi. Son dos vinos que tienen muchos elementos en común: en ambos casos son vinos del año, jóvenes, con un ensamblaje dominado por la variedad Mencía, pero que está redondeada con un pequeño porcentaje de Sousón, otra de las grandes uvas tintas del noroeste ibérico (en Portugal es la gran uva tinta de Vinhos Verdes, donde la llaman Vinhão) y la Garnacha tintorera. La Sousón es una uva fresca, la Mencía, afrutada y la Garnacha, da cuerpo. Que la fórmula funciona está demostrado porque Rectoral de Amandi es el vino más vendido, con diferencia, de toda la Ribeira Sacra y es el más vendido, fundamentalmente en Galicia pero también en el resto de España. La positiva experiencia en los mercados internacionales animó a Bodegas Gallegas, grupo al que pertenece Rectoral de Amandi, a lanzar un vino exclusivamente para salir fuera de España. Matilda Nieves nació con una marcada vocación viajera y nada más salir de los depósitos sus primeras botellas ya recibió el pasaporte de uno de los premios internacionales más reconocidos, lo que va a facilitar su andadura, especialmente en el mercado anglosajón. Pero ¿Por qué perder ese tirón también en el mercado nacional? Matilda Nieves no le va a hacer competencia a su hermano mayor que ya tiene un público consolidado con un respaldo de millones de botellas que cada añada se agotan en los lineales de supermercados. Pero sí va a estar presente, aunque sea de manera testimonial para quienes sientan la curiosidad de disfrutarlo, y la bodega lo tiene a la venta en su tienda online. Rectoral de Amandi, además de ser una bodega pionera de la Ribeira Sacra, posee un viñedo propio de 150 hectáreas y la colaboración de viticultores de las cinco subzonas. Un aspecto que se ha tenido en cuenta a la hora de elaborar este vino, en el que están presentes los matices que aportan, practicamente, todos los rincones de esta región vinícola, los valles de sus ríos, los bancales de sus empinadas fincas, el suelo labrado desde hace mil años. Es como beber, de un trago, todo el paisaje de este patrimonio de la humanidad. Enólogo Antonio Muñoz: Director técnico del grupo Bodegas Gallegas, Rectoral de Amandi es un proyecto en el que estuvo presente desde principio. Su experiencia es un valor importante, como sus conocimientos, pero esa capacidad para dar con el punto justo de ensamblaje de las variedades a la hora de elaborar un vino, eso ya va más allá del valor: es una virtud. Y Antonio es un virtuoso a la hora de elaborar vinos, casi monovarietales, que con unas pizcas de otras variedades dan un resultado final redondo. Y Matilda Nieves es buen ejemplo