LIGA REGULAR

La Primera División femenina de fútbol sala, una liga interminable

Raquel Mondoruza, entrenadora del Ourense Ontime, en un tiempo muerto ante el Poio (foto: Miguel Ángel)
photo_camera Raquel Mondoruza, entrenadora del Ourense Ontime, en un tiempo muerto ante el Poio (foto: Miguel Ángel)
Los entrenadores analizan una competición que dura diez meses y que en las próximas cinco semanas suma tres parones a otros dos vividos en febrero

La Primera División femenina de fútbol sala entra en su recta final. O no. Es más una frase hecha que una realidad porque sí, a la fase regular de la competición liguera ya le queda menos de un tercio, ocho jornadas, pero lo que en teoría debería traducirse en dos meses la actividad la historia se va casi a tres, a los que añadir un mes más para el top-4, con el play off por el título. El motivo, los recurrentes parones que vive la máxima categoría nacional en este tramo final. Y es que en las 11 semanas que van desde inicios de febrero hasta mediados de abril la liga vive cinco parones.

Sí, cinco. El sábado se disputó la jornada 22, pero este fin de semana la competición se paraliza por el Cuadrangular de Fafe que cita a Brasil, España, Japón y la anfitriona Portugal; dos semanas después el stop lo origina la Semana Santa; y en un mes el parón llega por la disputa de la Copa de España. No es todo, con anterioridad, el 3 y 4 de febrero no hubo liga por la Supercopa de España y el 17 y 18 del pasado mes el motivo fue la fase final del Campeonato de España Sub-19 de selecciones autonómicas.

El calendario ya se conoce desde inicio de curso, cierto, pero que este “stop&go” continuado se produzca en el momento de la temporada en el que se define todo parece de poca ayuda a una competición que sigue viendo demasiado lejos su llegada al profesionalismo.

El cuerpo técnico de tres equipos que luchan por tres objetivos diferentes, el título (Melilla), la llegada al play off (Ourense Ontime) y la permanencia (Amarelle) cuentan cómo les afecta a su preparación estos parones en la competición.

Gonzalo Iglesias “Morenín”, ex del Ourense y técnico del Melilla, actual segundo clasificado y que tiene muy asentada una plaza en el play off por el título, reconoce que “no es una situación normal. En toda la primera vuelta no hubo ningún parón y ahora hay demasiados y de forma tan continuada. Es un problema de planificación, porque personalmente creo que habría sido más conveniente no haber saturado tanto los primeros meses de competición y haber jugado en uno de estos parones los octavos de final de la Copa de la Reina. Lo ideal, sería jugar todas las semanas. Además, cuando ganas no quieres parar y solo podría venirte bien si no estás en un buen momento y necesitas resetear. En todo caso, este tipo de situaciones dificultan mucho la planificación tanto a los entrenadores como a los preparadores físicos. Está bien jugar torneos de tanto nivel como el de estos días, pero tres partidos tan exigentes en cuatro días a tres semanas de la Copa de España son demasiado. Tenemos a cinco internacionales, ¿y si hay lesiones?”.

Desde Ourense

En el Ontime, que se dejó el sábado sus últimas opciones de luchar por el play off al caer 0-2 ante el Poio (está a ocho puntos), la entrenadora Raquel Mondo reconoce que “estos parones solo sirven para romper el ritmo de competición. No le vienen bien a nadie, excepto a equipos que tengan lesiones de corto plazo. Las competiciones internacionales hay que prepararlas, lo entiendo, pero el puzzle de competición es muy complejo, sobre todo para equipos no profesionales como el nuestro. En octubre y noviembre se acumularon muchos partidos y ahora vienen todos estos parones, quizá hubiese sido mejor acercar a este tramo de temporada alguna ronda de clasificación de la Copa de la Reina. Entiendo que tiene que haber parones, pero es muy llamativo que sean tan seguidos. No sé cuál será la solución, pero la veo muy difícil”.

Lucha por la salvación

Si la situación no contenta a los equipos de la zona media-alta, cuando el objetivo es luchar por la permanencia el lamento es mayor. Raúl Castro “Piru”, entrenador del Amarelle coruñés, va un paso más allá al asegurar que “este tipo de calendarios hace que la brecha entre los equipos profesionales y los demás sea cada vez mayor. Llega en el peor momento a nivel de competición, cuando te lo juegas todo, y jugar y parar significa no terminar de coger la dinámica. Estos parones no le vienen bien a nadie aunque en nuest

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