Amor a primera vista. Algo tienen los vehículos de la firma BMW que hacen que quien prueba, repita. Un sentimiento incontrolable que va más allá de las múltiples razones que la convierten en una buena marca y que generalmente hace que el que prueba, repite.
En el caso del nuevo Serie 4 Coupé, los potenciales clientes lo tienen muy fácil porque es un coche que gusta de inicio, incluso tras el importante cambio estético que han sufrido en la parte frontal con la nueva versión.
Los nuevos "riñones" en la calandra han despertado cierta polémica, pero lo cierto es que son un pequeño homenaje a modelos como el 3.0 CSI o el 328 de hace casi 100 años. Ese punto emotivo y pasional se traslada a las líneas, evidentemente deportivas y que se deslizan con suavidad hasta la parte trasera, también modificada y que en el caso de esta unidad incorpora el spoiler opcional que le da un pequeño extra de agresividad.
El Serie 4 Coupé mide 4,77 metros de largo y 1,85 metros de ancho en un formato de tres puertas tan espectacular como equilibrado, ya que el reparto de pesos es perfecto, 50:50.
Y por dentro no hay otro calificativo mejor que la palabra lujo. Es un coche con unos acabados sobresalientes lo mires por donde lo mires. El toque BMW se nota en cuanto el usuario se sienta en su interior y descubre el orden y sencillez de todos los botones con los que acceder a la infinidad de opciones que dispone.
La tapicería de cuero, los asientos deportivos del acabado M Sport y toda la tecnología que incorpora de serie lo convierten en un coche tremendamente atractivo y con una capacidad y espacio superior al de sus rivales directos.
En cuanto a habitabilidad, la parte delantera es espaciosa y cómoda, mientras que en la zona trasera puedan viajar adultos sin problema.
El maletero, a pesar de ser una versión deportiva cuenta con nada menos que 440 litros de capacidad, espacio suficiente para llevar las maletas de una familia.
En el caso de la unidad que muestra el concesionario de BMW para Ourense, Autogal, se trata de la versión 420D con el paquete M Sport y una potencia de 190 caballos con el sistema de recuperación Mild-Hybrid de 48V, más que suficiente para descubrir el potencial de un chasis tremendamente equilibrado y divertido en la conducción, gracias también al par del motor de dos litros, que asciende a los 400 Nm.
Al volante, el BMW pasa de 0 a 100 kilómetros por hora en siete segundos, gracias al accionamiento de su caja de cambios automática, que como era de esperar funciona sin cualquier tipo de tirón o sensación de descontrol de potencia.
Los frenos de esta versión cuentan con el acabado M en tonos rojos para las pinzas.
La dirección es precisa y transmite bien lo que sucede en la carretera, además de contar con todos los sistemas de seguridad disponibles en la actualidad, como el sistema de cambio de carril involuntario, el de velocidad de crucero, entre otras innovaciones para un modelo que comienza en 49.800 euros.
Ana Villanueva: "Es un referente entre deportivos premium"
Ana Villanueva, Genius del concesionario Autogal destaca del nuevo BMW que "es un modelo que de entrada, impresiona. Lo primero que llama la atención es su frontal, con una generosa parrilla que moldea la nueva imagen de la marca. Rebosa deportividad y elegancia lo mires por donde lo mires y ofrece un comportamiento de marcha aún más deportivo que su predecesor con un buen confort, tanto para los recorridos diarios como para afrontar distancias más largas. Sin duda estamos ante un referente dentro de los deportivos premium".
