Lo que más me motiva para seguir es que somos una familia. Seguir, ésa es la única intención, siempre con gente detrás que apoye y que tome el relevo. Eso es importante. Porque entre todos hacemos la carrera”. José Manuel Lugilde, una edición más al frente del cronometraje del Rally de Ourense”.
¿Siente algo especial ante esta nueva edición? “Espíritu de superación, es importante tener ese objetivo cada año, todos los que formamos parte de este rally nos sentimos un año más a tope”, remarca.
No están todavía sincronizados los relojes -”los recibiremos la semana que viene”, precisa. “No sabría decir qué es lo más difícil de este trabajo, según van surgiendo contratiempos vamos superándolos. Entre todos intentamos hacerlo todo lo más sencillo posible, cada vez somos más digamos profesionales”, relata.
“A mí el Rally de Ourense me gusta desde hace muchos años, ya cuando era pequeño sentí esa llamada, que se mantiene en el tiempo. Recuerdo que iba andando al tramo de Castro de Beiro, no quería que me llevara nadie. ¿Por qué? Porque temía que mis padres se enteraran y me riñesen. Era un poco como el torero que se lanza a torear unas vaquillas”.
Jefe de cronometradores pero por encima de todo seguidor de las carreras, ¿algún piloto que le haga especial tilín? “Diría que Stig Blomqvist, un piloto sueco. O Jean Ragnotti, un monstruo del volante. Y Carlos Sainz por supuesto. De esta edición del Rally de Ourense no tengo preferencia por ninguno en especial, además que no puedo tenerla por el cargo que desempeño en la carrera. Pero me quedaría con los gallegos, claro, y específicamente con los ourensanos, ojalá a Pardo le vayan bien las cosas. O Sampil, que nunca falta con un coche muy modesto. Este rally lo hacemos entre todos”.
“Es indudable que nuestro Rally de Ourense está en la elite de los campeonatos que se organizan en España, la escudería también. El resto es intentar seguir ahí. Formamos un equipo muy bueno. Yo, que por mi labor de cronometrador he seguido muchas otras pruebas del Nacional, y de Portugal también, puedo decir que es difícil encontrar uno mejor que el nuestro. Y lo digo sin sacar pecho”, subraya José Manuel Lugilde.
Más de un centenar de entusiastas componen el equipo de Lugilde, preparado para dormir poco. “Entre viernes y sábado desde luego, a las cinco o seis de la mañana ya estaremos en pie. El primer día de carrera es por la tarde, así que acabaremos bien entrada la noche. Y el segundo arranca a primera hora, nada que no tengamos previsto. Todos los años quieres leer y escuchar lo mismo al día siguiente, que todo ha salido bien y sobre todo que no ha habido accidentes. Es terminar una edición y empezar a pensar en la siguiente, eso es lo que nos mantiene vivos”, finaliza el jefe de cronometraje de la cita automovilística ourensana.
