La Dirección General de Tráfico ha puesto en funcionamiento un nuevo mecanismo para controlar la velocidad de los conductores, los radares de obra. Este cinemómetro que se utilizarán en aquellas zonas de carretera en los que se están llevando a cabo trabajos de mantenimiento o mejoras. La DGT ya aprobó estos radares en septiembre de 2022, aunque su uso se intensifica este verano.
Cómo funciona un radar de obra
El funcionamiento de los radares de obra es bastante sencillo. Al principio de cada tramo de obra se avisará con una señal amarilla en la que se establece el límite de velocidad permitida en ese tramo en el que se esta trabajando. Si el conductor la supera, será multado.
El objetivo de estos radares es conseguir que los conductores reduzcan la velocidad en los tramos en los que hay obras y garantizar la seguridad de los trabajadores y evitar accidentes con graves consecuencias.