En la finca, el Seprona halló a otro perro que estaba con lesiones cutáneas y descamación
Un vecino de Verín, Modesto C.B., de 52 años, aceptó ayer en el Juzgado Penal 1 un año de cárcel por un delito continuado de maltrato animal (en un primer momento la Fiscalía pedía 18 meses).
El inculpado admitió su responsabilidad en la muerte de una perra de siete años por falta de cuidados. La causa, según recogía el ministerio público en su escrito de calificación, fue el abandono del animal. También era el propietario de otro perro mestizo de dos años que sobrevivió, pero “su estado general a nivel higiénico, fisiológico y etiológico distaba mucho de ser óptimo”, recoge la fiscal. Cuando los agentes del Seprona de la Guardia Civil lo encontraron, ya presentaba lesiones cutáneas, con riesgo potencial para su vida “por las condiciones higiénicas del ambiente”.
Los canes, sin identificación ni microchip, estaban en una finca de Verín que el inculpado usaba con autorización de la dueña. Consta en el procedimiento que desde julio de 2018, “el acusado de manera completamente injustificada mantuvo a dichos animales en estado de abandono, ausentándose durante largos periodos de tiempo, sin dejarles comida ni bebida y sin preocuparse de su higiene y salud”.
Esta situación la destapó en septiembre de ese año la Protectora de Animales de Verín, que alertó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Los agentes se desplazaron a la finca para realizar una inspección ocular y ya localizaron el cadáver de uno de los perros y al otro en condiciones de abandono e insalubridad.
Los gastos veterinarios para la atención del perro que sobrevivió ascendieron a 111 euros, que sufragó el Concello de Verín. La protectora de animales le prestó cobijo, valorando la estancia en 530 euros. El inculpado deberá hacer frente a esas facturas en concepto de responsabilidad civil.
