Tres años del "Verín non se pecha": "Aquí vivimos partos más humanos"

photo_camera Patricia Feijóo, Adriana Álvarez, Izaskun Pérez y Susana Bueriberi en Verín. (Foto y vídeo: Miguel Ángel).
Desde la reapertura del paritorio, el 3 de febrero de 2020, nacieron en Verín 320 bebés siendo ese año el de más nacimientos

“En Verín se están consiguiendo partos vividos, buenos. Aquí vivimos partos más humanos”. Así piensan Patricia Feijóo, Adriana Álvarez, Izaskun Pérez y Susana Bueriberi, cuatro mujeres que dieron a luz durante el revuelo del “Verín non se pecha”, un movimiento que surgió hace tres años por el cierre del paritorio del Hospital de Verín, un servicio que finalmente se volvió a poner en funcionamiento el 3 de febrero de 2020.  

Estas cuatro mamás, tres años después ya recuerdan lo vivido por aquel entonces de otra manera. De aquellas habían sido momentos duros, de estrés, de dificultad y de muchas dudas. “Que te digan a pocos meses de dar a luz que se cierra el paritorio donde tú tenías pensado tener a tu bebé es duro, y no sabes como gestionarlo”, explican estas mujeres, quienes tras estos años y con el paritorio verinés trabajando con normalidad, destacan la profesionalidad y el trato personalizado de los profesionales del Hospital de Verín. “No es que en Ourense, por ejemplo, sean peores profesionales, para nada, pero allí están más saturados y la atención no puede ser como aquí, personalizada”, señalan. 

Los recuerdos

“Yo fui la primera, la de las noticias y el revuelo” recuerda ahora más tranquila Adriana Álvarez, que por aquel entonces veía todo más negro. Fue la primera en vivir en su piel el “Verín non se pecha”. El 12 de diciembre Adriana rompía aguas y por la rapidez de su parto no pudieron trasladarla a Ourense. Fue la primera mamá en dar a luz en el paritorio verinés cerrado. “O parto foi rápido e bo, o problema veu cando levaron o neno para Ourense e despois fun eu, que foi caótico”, recuerda Adriana, quien no descansó hasta tener a su niño en brazos: “Esa imaxe non se me olvida, a cara de meu marido cando trouxeron o bebé era de foto”, añade emocionada. 

A Izaskun, que su parto no fue tan rápido como el de Adriana, le tocó dar a luz en el Hospital de Ourense. “Se me adelantó el parto una semana, fui a Verín y me llevaron en ambulancia a Ourense y allí fue un parto rápido, pero lo viví con frialdad, había prisa y yo soñaba con un parto mucho más personalizado, como lo eran en Verín, aquí hubiera sido diferente porque también nos conocemos todos”, relata esta mamá que dio a luz el 4 de enero

En Ourense también tuvieron a sus primeros bebés Susana y Patricia, con una experiencia “fría”. Pero sus segundos niños, en la época de la revolución verinesa, nacieron en Verín con el paritorio ya abierto: Patricia tuvo a su hijo el 12 de marzo y “fue un parto como me hubiera gustado con mi niña, vivido y sentido, un parto natural en el que se me respeto”, cuenta, valorando en gran medida el personal del Hospital de Verín: “Tuve una persona pendiente de mí todo el tiempo, eso dice mucho, es magnífico”. Patricia recuerda cuando dio a luz en Ourense y recalca que “no se trata de que sean malos profesionales, que no lo son para nada, sino de la saturación”.

Y el 10 de abril -en plena pandemia- nacía en Verín la niña de Susana quien se emociona aún al hablar del proceso: “Recuerdo que mi matrona no se despegó de mí, me animaba cada minuto y me apoyó en todo el parto, tener a alguien tan profesional a tu lado es una suerte”, señala, orgullosa de dar a luz en el hospital comarcal. “Tuve un parto maravilloso, aún con la mascarilla, muy respetado, sentí todo el proceso, algo que con mi primer niño, en Ourense, no viví porque fue todo más caótico”, recuerda. 

Valorización del Hospital

Estas mujeres, como cientos de vecinos que salieron a la calle por el movimiento “Verín non se pecha” recuerdan las movilizaciones y su lucha como algo que marcó un antes y un después en la villa del Támega. “Nuestra unión fue brutal, y fue por el paritorio, hablamos de partos, no enfermedades, y todas coincidimos que la personalización de los partos nos lleva a dar a luz de manera más tranquila, con un parto más fisiológico y con menos intervenciones y daño en la madre, tanto mentalmente como físicamente, lo que conlleva a una maternidad mucho más tranquila”, remarcan estas mujeres verinesas. 

Y es que fueron unos meses caóticos en la villa del Támega y en la comunidad sanitaria, que acabaron por resolverse de la mejor manera para la sociedad: ofreciendo el servicio en Verín. Este movimiento mostró la unión vecinal, hizo historia y puso en valor el Hospital de Verín. “Lo más bueno de todo eso fue que la gente se dio cuenta del valor de tener un Hospital comarcal, se dejó de desprestigiar y se le comenzó a dar la importancia que tiene”, anotan desde Verín, orgullosos de defender “lo suyo”. 

Así, en Verín nacieron 320 niños desde 2020, la atención sigue siendo próxima y personalizada y madres y padres confían plenamente en el servicio, el del paritorio y el del hospital comarcal.

Las cifras de nacimientos

  • 64 partos en el 2019, año en el que se cerró el paritorio de Verín a fecha de 1 de diciembre.
  • 114 nacimientos durante el 2020, año en el que reabrió el paritorio el 3 de febrero y en el que estalló poco más de un mes después el coronavirus en marzo.
  • 95 partos registrados durante el año 2021 en el Hospital comarcal.
  • 111 nacimientos se registraron en el paritorio verinés durante este último año, el 2022.

Te puede interesar