Verín celebró ayer el gran desfile de carnaval donde más de 200 cigarróns abrieron paso a las comparsas que escenificaron desde la prehistoria, con dinosaurios gigantes incluidos, hasta la crisis de la construcción con una casa de latas de refresco.
Día grande del carnaval en Verín. El gran desfile arrancó del barrio de San Roque hasta el de San Lázaro, concentrando en ambas márgenes de la N-525 a una maraña de público que también lució disfraces.
Más de 200 cigarróns, acompañados de la banda de gaitas del Concello, abrieron paso a comparsas, entre las que también se intercalaron charangas para amenizar la fiesta. Los participantes se metieron en la piel de distintos personas como Astérix y Obelix, la duquesa de Alba en silla de ruedas, piratas, gitanas, caribeñas y vampiros, entre otros. Pero también escenificaron la prehistoria, ataviados con pieles, huesos e, incluso, arrastrando dos grandes dinosaurios a tamaño real que llamaron la atención de los asistentes.
Críticas
La crisis del sector de la construcción tuvo una original representación. Una casa elaborada con latas de refresco anunciaba la próxima construcción: Urbanización Escarlata, mientras que otra comparsa cargada de niños invitaba a la natalidad: Si a crise queres rematar, rapaces debes criar. El grupo la Tropa do Carallo hacía críticas en su carroza sobre las medidas municipales aprobadas este año en la ordenanza sobre el comportamiento cívico: Acabouse o pracer porque o Concello cobra por foder; Non se pode mexar porque o Concello está a recaudar.
Los castiñeiros de Riós, que cada año acuden a la cita, repartieron vino, jamón y castañas, mientras un tanque cargado de soldados se hacía notar al igual que policías y grupos de gays.
La fiesta no decayó tras el desfile. Vecinos y visitantes abarrotaron los restaurantes para degustar en esta jornada menús típicos a base de cocido, cachucha, grelos y patatas. Llegada la tarde la celebración continuó por las calles de Verín, con orquesta, baile y disfraces. Hosteleres consultados reconocen que no se está notando la crisis pues para el Entroido no se escatima. De hecho, no damos a basto.
El desfile se repetirá el próximo martes, a partir de las cinco de la tarde.
En Xinzo, hubo una fiesta imparable durante todo el día que sacó a la calle a las pantallas y multitud de disfraces de todos los colores.
Más de 200 cigarróns, acompañados de la banda de gaitas del Concello, abrieron paso a comparsas, entre las que también se intercalaron charangas para amenizar la fiesta. Los participantes se metieron en la piel de distintos personas como Astérix y Obelix, la duquesa de Alba en silla de ruedas, piratas, gitanas, caribeñas y vampiros, entre otros. Pero también escenificaron la prehistoria, ataviados con pieles, huesos e, incluso, arrastrando dos grandes dinosaurios a tamaño real que llamaron la atención de los asistentes.
Críticas
La crisis del sector de la construcción tuvo una original representación. Una casa elaborada con latas de refresco anunciaba la próxima construcción: Urbanización Escarlata, mientras que otra comparsa cargada de niños invitaba a la natalidad: Si a crise queres rematar, rapaces debes criar. El grupo la Tropa do Carallo hacía críticas en su carroza sobre las medidas municipales aprobadas este año en la ordenanza sobre el comportamiento cívico: Acabouse o pracer porque o Concello cobra por foder; Non se pode mexar porque o Concello está a recaudar.
Los castiñeiros de Riós, que cada año acuden a la cita, repartieron vino, jamón y castañas, mientras un tanque cargado de soldados se hacía notar al igual que policías y grupos de gays.
La fiesta no decayó tras el desfile. Vecinos y visitantes abarrotaron los restaurantes para degustar en esta jornada menús típicos a base de cocido, cachucha, grelos y patatas. Llegada la tarde la celebración continuó por las calles de Verín, con orquesta, baile y disfraces. Hosteleres consultados reconocen que no se está notando la crisis pues para el Entroido no se escatima. De hecho, no damos a basto.
El desfile se repetirá el próximo martes, a partir de las cinco de la tarde.
En Xinzo, hubo una fiesta imparable durante todo el día que sacó a la calle a las pantallas y multitud de disfraces de todos los colores.