El Ministerio Fiscal reclama una pena de 40 años de prisión en total para cinco imputados de Verín
Cinco vecinos de Verín se sentaron ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia por una supuesta trama dedicaba al tráfico de drogas en Verín entre finales de 2009 y los primeros meses de 2010. Un bar de la plaza de la Alameda era, según la fiscal, un lugar habitual de "trapicheo" de cocaína.
A los acusados, además del delito, los unen relaciones de familia y sentimentales. La fiscal pide un total de 40 años de cárcel para los cinco acusados (ocho para cada uno de ellos): José Manuel González, el dueño del bar; su novia, Susana María Dias; la hermana de está última, Sabrina Carla, además de Yassine Halioui y su novia Daniella Rodrigues.
Según la acusación pública, dos de los imputados, Yassine y Sabrina, realizaban ventas de droga en el local, con el conocimiento y consentimiento del hostelero. La defensa sostiene, por el contrario, su inocencia, y alega consumo propio.
El dueño del bar aseguró no saber nada del supuesto tráfico de estupefacientes en el local y tampoco acerca de la existencia de una fiambrera con 12 envoltorios de cocaína que estaba en un almacén anexo a la barra. La propia Sabrina dijo que era suya, ya que, en ese momento, era consumidora, admitiendo que a veces "vendía algo". En su declaración, exculpó tanto a su hermana como al hostelero.
No obstante, el relatos del resto de acusados estuvieron marcados por las contradicciones. En concreto, de los tres familiares con los otros dos acusados (Yassine y su novia), clientes del local.
Sabrina Carla Dias sí incriminó a Yassine como la persona que le facilitó la droga. Para conseguirla, detalló que se ponían en contacto por teléfono y utilizaban en sus conversaciones palabras en clave como "tráeme azul".
Rompió a llorar
Susana, quien recalcó que no tenía constancia del presunto tráfico de sustancias estupefacientes y que ella misma fue consumidora, declaró que Yassine fue en efecto quien le entregó un paquete que contenía droga el día de su detención. Durante este testimonio, la fiscal puso el acento en el cambio del relato de esta acusada respecto a su declaración inicial, hecho que ella ha justificado "por miedo" y para "proteger a su hermana". En aquel momento, recordó que tenía 18 años y que no quería decir que tenía una relación con el dueño, 24 años mayor que ella. También añadió que se sintió amenazada por el otro acusado. "No sabía ni qué había pasado ni por qué estábamos detenidos", dijo. Esta inculpada comenzó llorar cuando recordó lo duro que había sido dejar el consumo de droga.
Por su parte, el acusado Yassine -quien respondió únicamente a las preguntas de su abogado- negó que le hubiese entregado un paquete con 28 envoltorios de cocaína -10,2 gramos- a esta mujer y atribuyó el relato de ambas hermanas a que quieren "protegerse y echarme la culpa a mí".
"Nos vimos y le pregunté a qué hora abría el local pero no le entregué nada", insistió . En esta línea, la otra mujer acusada, Daniella Rodrigues, quien aseguró que estaba "enamorada" de Yassine, ratificó la declaración realizada por él al señalar que éste "no le entregó nada" a Susana. Asimismo, precisó que la papelina hallada en el piso de él durante un registro era suya y que la guardaba allí para consumo propio, así como el dinero encontrado.
