Un encapuchado armado con navaja asaltó ayer el supermercado Eroski de Verín. El ladrón se apoderó de la recaudación tras amenazar a la cajera. La Guardia Civil lo buscaba ayer en un edificio de la villa.
La Guardia Civil custodiaba en la noche de ayer los edificios cercanos al supermercado Eroski, situado en la avenida de Luis Espada (junto al antiguo cine Buenos Aires) para localizar a un ladrón que se apoderó de la recaudación del citado supermercado.
El asalto se produjo sobre las cinco de la tarde, cuando entró en las instalaciones una persona encapuchada. El ladrón no levantó sospechas, dado que la cajera creyó que se trataba de una de las numerosas máscaras que se pasean por la villa para correr el Entroido. Pero nada más lejos de la realidad, el encapuchado esgrimió una navaja y, tras intimidar a la mujer, se apoderó del dinero que había en las cajas registradoras. Hasta que se haga recuento del material vendido, una vez cerradas las instalaciones, desconocemos el botín, aseguraron fuentes de la Guardia Civil.
El ladrón abandonó el supermercado corriendo mientras los trabajadores alertaban a la Guardia Civil, que acudió de inmediato al lugar. Los agentes mantenían vigilados varios edificios, sobre todo uno cercano al supermercado, ante la sospecha de que el asaltante estaba oculto en uno de los pisos. Varios viandantes lo vieron entrar en un portal, pero la Guardia Civil no pudo acceder en la tarde de ayer en las viviendas al no disponer de una orden judicial.
El asalto se produjo sobre las cinco de la tarde, cuando entró en las instalaciones una persona encapuchada. El ladrón no levantó sospechas, dado que la cajera creyó que se trataba de una de las numerosas máscaras que se pasean por la villa para correr el Entroido. Pero nada más lejos de la realidad, el encapuchado esgrimió una navaja y, tras intimidar a la mujer, se apoderó del dinero que había en las cajas registradoras. Hasta que se haga recuento del material vendido, una vez cerradas las instalaciones, desconocemos el botín, aseguraron fuentes de la Guardia Civil.
El ladrón abandonó el supermercado corriendo mientras los trabajadores alertaban a la Guardia Civil, que acudió de inmediato al lugar. Los agentes mantenían vigilados varios edificios, sobre todo uno cercano al supermercado, ante la sospecha de que el asaltante estaba oculto en uno de los pisos. Varios viandantes lo vieron entrar en un portal, pero la Guardia Civil no pudo acceder en la tarde de ayer en las viviendas al no disponer de una orden judicial.
