SAN FERMÍN

“Notei o golpe do touro e caín"

SANFERMIN

José Antonio Prieto, de Riós, lleva corriendo los San Fermines desde el 2001, pero fue el lunes cuando le tocó el lado más peligroso de la fiesta. Un toro le golpeó en un costado; las lesiones fueron leves y no piensa en la retirada

Dice una vieja máxima que aquello de mirar para atrás, ni para coger impulso. Aunque, como todo, depende del contexto. Y en el caso de una carrera de los encierros de San Fermín, de cuando en vez es conveniente echar un ojo a lo que se cuece a las espaldas de uno. Eso mismo hizo este ourensano de Riós, José Antonio Prieto el pasado lunes a eso de las ocho de la mañana. Había arrancado otra de sus muchas experiencias como ya experimentado corredor en la fiesta pamplonica. Era en la calle Santo Domingo, poco antes del consistorio pamplonés y a escasos metros de la salida de las reses. El tramo permitía correr cómodamente e incluso meditaba ya echarse a un lado para dejar que la manada siguiese su curso y el calendario corriese otro día de encierro. "Tes que ir mirando cada pouco para saber cómo vai a carreira, e tamén tes que ir pendiente dos corredores que van por diante de ti. Eu xa iba canso e ía mirar por ónde viña o touro que abría o grupo para retirarme. Oes, non me deu tempo. Sentín o golpe de seguido e fun dereito ao chan", reconoce José Antonio, seguro que sin haber calculado los pocos milímetros que separaron la punta del asta de la res de su costado, como así muestran las imágenes. 

Las lesiones fueron leves, realmente solo debió ser tratado de una contusión en el codo que le impidió correr el encierro de ayer y de la incrustación de un vidrio. 
El valiente –por hay que serlo– lleva acudiendo puntualmente a las fiestas patronales de Pamplona desde el 2000, "aínda que comencei a correr un ano despois". Trabaja en una gasolinera en Mesón de Erosa, acaba de cumplir los 47 años y no tiene pensado retirarse, pese a ser este el segundo de los incidentes en los que se ve involucrado. "O primero foi no 2005, tamén sen moita trascendencia. Esto é xa unha fiebre, ademáis xa non é so pola adrenalina da carreira, tamén apetece voltar todos os anos porque é a única vez na que ves aos moitos amigos que acabas facendo aquí", apunta José Antonio. 

Demostrado queda que le gusta el riesgo. Él mismo reconoce que varió hace pocos años el tramo en el que corría: "Antes facíao na rúa Estafeta, pois na curva caían moitos e a min gustábame correr diante dos que quedaban soltos. Pero despois de botarlle ese antideslizante, xa non me tiña tanto atractivo e decidín vir ao primeiro dos traxectos do encerro". 

Pocos consejos ofrece para aquellos que decidan enfundarse el pañuelo rojo. Sólo uno. "É moi importante. Aos touros hai que terlle moito respeto, e se pode ser ver por ónde veñen antes de que te tumben". La voz de la experiencia. 

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