La Xunta rescató las ayudas concedidas después de que los vecinos detectasen irregularidades en las propiedades

Una reforestación en Queirugás acaba con denuncia ante la Fiscalía

La maquinaria utilizada en desbrozar el terreno permanecía ayer aparcada. La empresa paró la obra. (Foto: MARCOS ATRIO)
La reforestación con árboles autóctonos de unas 50 hectáreas de fincas de los vecinos de Queirugás (Verín) podría sesembocar en el Juzgado; de hecho, la Xunta ya remitió la documentación a la Fiscalía -según reconoció ayer el gabinete de prensa de la Consellería de edio Rural e Mar- tras detectar supuestas irregularidades en algunos documentos de propiedad.
El vecindario amenazaba ayer con presentar esa denuncia después de descubrir que Medio Rural le había atribuido a unos vecinos tierras que son de otros. Pero, además, una comisión vecinal detectó que en el proyecto aparecen declaraciones juradas acreditando determinada superficie, que los afectados dicen no haber firmado.

Todo comenzó hace tres años, cuando el pedáneo del pueblo, Francisco Guerra, solicitó a los vecinos autorización para repoblar fincas destinadas a monte con robles, con el objeto de evitar incendios. Una de las afectadas, Manuela Chao, explicaba ayer que a los vecinos les pareció bien, dado que las fincas están llenas de maleza. Por eso, todos le dieron su autorización para tramitar la solicitud de subvención ante la Xunta, pero el proyecto quedó olvidado, o al menos así creían los vecinos, hasta el pasado noviembre cuando comenzaron a recibir cartas atribuyéndoles determinada superficie terreno, que no se corresponden con las suyas, y ayudas entre 4.000 y 7.000 euros. La Xunta acabó rescatando de nuevo las ayudas y remitiendo todo al fiscal.

Hace tres semanas la empresa Enxeñaria H2O, de Lugo, comenzó a desbrozar el terreno, lo que desconcertó aún más a los vecinos que, en vista del recelo, optó por paralizar los trabajos. 'Estamos esperando que se aclare todo, tenemos la documentación en manos de nuestros abogados y el problema creo que va para largo', digo el gerente de la empresa, César Acevedo.

Los vecinos miran hacia el pedáneo, Francisco Guerra, que fue quien hizo los trámites y contrató los trabajos, pero éste se defiende alegando que el solamente ejerció de intermediario en el sentido de facilitar la tramitación de la iniciativa ante la Xunta y la empresa, desvinculándose de los problemas de propiedad de los terrenos.

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