Consolidados los primeros rayos de sol de año después de las incesantes lluvias, una veintena de operarios del Concello de Verín han salido de su guarida en tropel para poner patas arriba gran parte de la villa.
El cambio climático, desafortunadamente, ha dado paso a la utilización de otros indicativos de que la primavera -con su sol- ha llegado a la villa. Si antes eran las primeras flores las que proporcionaban la pista indiciaria de que el verano estaba tres meses más cerca; en Verín, desde ayer, acaban de patentar otra: la "suelta" discriminada de una veintena de hombres por varios rincones del casco urbano. Y es que, como así se esperaba desde que las lluvias parecían no tener fin, bastaría con que se consolidasen los primeros rayos del astro rey para que la quinta de las fases de rehumanización tan alardeada por el grupo de gobierno arrancase como si ayer quedasen poco más de 24 horas para dar por concluida la legislatura.
La firma del convenio entre Concello e Inem proporcionó 22 pares de manos de obra retribuidas que atacaron, entre otros, a uno de los emblemas arquitectónicos de la villa, la fuente de la plaza del Concello. Desde primera hora comenzó a desmantelarse una de las polémicas -en su día- construcciones que, además de achicar el espacio disponible frente al consistorio, contribuyó a llenar de goteras el parking subterráneo y justificó, en parte, el abandono del séquito arbóreo que tanta sombra facilitaba en aquellos jardines que conservaban la romántica tierra con la que embadurnarse las perneras. Sin embargo, las patrullas de obras se dispersaron en otros varios puntos del casco urbano. Parte fijó su núcleo de operaciones en los jardines del balneario de Sousas, que en breve verán remozada su cara con más verde y mejor color en sus bancos. No muy lejos de allí, otro de los equipos preparaba la base, en la rúa San Félix, de la mediana que humanizará ese ancho vial para convertirlo en un bulevar con zonas de esparcimiento en el eje de la calle. La avanzadilla de todos ellos había iniciado sus trabajos en la Avenida de Laza, con la construcción de las nuevas aceras que sustituyen a las quebradas por las raíces de los viejos árboles. Ayer comenzaron también a construirlas en Otero Pedrayo y se retomaron las obras en la carretera de Vilela. Pero, la niña bonita de la secuencia fijada en la quinta fase de rehumanización será la integral reforma de la avenida de Castilla. La supresión de los estacionamientos de vehículos pesados, un amplio paseo y una nueva rotonda harán que los espacios se achiquen y que Verín, como reza el eslogan institucional, siga "medrando contigo", con ustedes.
