El testimonio en Oímbra: “Non podemos quedar mirando pola ventá coa falta de medios”

El fuego continúa avanzando en la provincia de forma voraz. Hasta 12.000 hectáreas quedaban ayer calcinadas en los cinco focos activos, ubicados en Carballeda de Valdeorras, Vilariño de Conso y Oímbra. Los servicios de emergencias y extinción se repartieron en las zonas afectadas, pero algunos brigadistas y bomberos señalaron que no son suficientes los medios ni el personal frente al paso imparable de las llamas. En Videferre, San Cibrao y Rabal, tres parroquias de Oímbra, los vecinos pasaron a la acción. Cansados de ver como algunos focos se introducían en sus parcelas -perdieron galpones, garajes y vehículos-, se mantuvieron en pie toda la madrugada para enfrentarse a las llamas. En San Cibrao se quedaron sin luz y, aun así, los habitantes caminaron toda la noche a oscuras con retamas y batefuegos en mano para defender las viviendas. Solo dos brigadas los acompañaban. Tras una noche toledana, se hizo de día y Medio Rural desactivó el nivel 2 de emergencia. Sin embargo, pocas horas más tarde, el panorama volvió a complicarse y se decretó de nuevo el desalojo de Rabal. La alcaldesa de este concello, Ana Villarino, explicó que “foron momentos moi difíciles. E agora vemos como está chegando un foco dende Feces de Cima a Oímbra. Seguimos en tensión constante”, explicó. Ante la falta de medios, la colaboración vecinal fue clave. “Cando foi o incendio de San Cibrao, viñan os mozos de Rabal a axudar, e viceversa. A xente de todas as poboacións está traballando, sacando os tractores”, afirma. “Non se dá abasto, pero a intervención da xente facilita moito o traballo aos medios aéreos”, indica. Además, está presente la dificultad añadida del viento: “Sopra forte e o lume avanza. Se non nos organizamos entre todos dificilmente se vai amainar. Non podemos permitirnos quedar mirando dende a ventá”, recalca la regidora de Oímbra. Galería | La lucha contra el fuego en Mandín PRADOALBAR, IN EXTREMIS La Brif Laza lleva cinco días actuando en Pradoalbar (Vilariño de Conso). Si todavía no afectó a las viviendas del pequeño núcleo ubicado a los pies de la montaña, es porque durante 24 horas dos equipos de este cuerpo lo evitaron con todos sus medios. Por el momento, se quemaron 3.000 hectáreas, que suponen dos tercios del Parque Natural de O Invernadoiro. Un bombero, Cristóbal Medeiros, señaló que “hay muy pocos medios para la envergadura del incendio. Solo tenemos un equipo presencial y otro de refuerzo, pero lo peor es que no podemos anclarnos. Estamos cubriendo casi 5.000 hectáreas a mano”. Con este, ya son dos de tres los Parques Naturales de la provincia que están ardiendo sin control. El lunes, las llamas comenzaron a propagarse también por el espacio protegido Enciña de Lastra, en Valdeorras.