Los afganos se comprometen a asumir en 2014 las riendas de seguridad en el país

El presidente Hamid Karzai logró ayer apuntalar su legitimidad con el respaldo de sus socios internacionales en la Conferencia de Kabul, que acordó darle más control en la gestión de los fondos destinados al país y apoyó su plan de paz con los talibanes. Los 70 delegados de países y organizaciones internacionales que se aglomeraron en un Ministerio de Exteriores rodeado por varios anillos concéntricos de seguridad dieron su consentimiento a los planes de Karzai, aunque con abundantes exigencias y recordándole su compromiso de tomar, también, las riendas de la seguridad del país para 2014.
Los reunidos expresaron 'su firme apoyo a que se canalice al menos el 50 por ciento de la ayuda al desarrollo a través del presupuesto del Gobierno afgano en dos años',.

Además, los países donantes asignarán en los próximos dos años el 80% de su ayuda a los 'programas nacionales prioritarios' de Karzai, a quien exigieron proyectos, calendarios y presupuestos bien detallados. No se ofrecieron cifras concretas pero un borrador del Gobierno afgano días atrás incluía planes por valor de unos 9.000 millones de dólares, de los 12.000 ya comprometidos.

Los delegados en Kabul reflejaron su conocido recelo por la corrupción de la Administración afgana y pidieron que se sienten las bases para una fuerza especial contra los delitos, un tribunal anticorrupción y una ley de auditoría.

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