La totalidad de las agencias humanitarias del sistema de Naciones Unidas solicitaron hoy el pleno y seguro acceso a todas las zonas en las que se ha desarrollado el conflicto en Georgia para poder asistir con efectividad a todas las víctimas.
'Pedimos acceso total y libre para poder distribuir en todos los lugares la ayuda necesaria', dijo en rueda de prensa la portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA), Elisabeth Byrs.
'Necesitamos un acceso total y lo más rápido posible', agregó Byrs, tras explicar que en caso contrario, no sólo no pueden ayudar sino tampoco pueden evaluar las necesidades de la población.
'No podemos acceder a ciertas áreas donde sabemos que somos necesarios porque no tenemos permiso. Las autoridades nos dicen que nos darán la autorización en cuanto puedan, pero que por el momento, por razones de seguridad no es posible', afirmó la portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, Anna Nelson.
'Tenemos un equipo listo para partir cuando sea necesario pero tenemos que estar seguros de que se dan las condiciones de seguridad', agregó Nelson.
Byrs afirmó que la institución está preparando un llamamiento de urgencia para recaudar fondos destinados a acciones en la zona en conflicto.
Hasta la fecha la agencia trabaja con un presupuesto de 15 millones de dólares.
Unicef expresó su preocupación por la cercanía del comienzo del año escolar y la necesidad de que miles de niños lo empiecen con total normalidad, algo que a la fecha se vislumbra difícil.
Por ahora las agencias humanitarias tienen dos prioridades: la comida y los refugios.
Byrs explicó que las reservas que el Programa Mundial del Alimentos (PAM) tenía almacenadas en Georgia con anterioridad se están acabando.
Asimismo, es necesario re-acondicionar los refugios donde viven los desplazados internos.
Según los últimos datos actualizados del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) el número de desplazados internos ya alcanza las 118.000 personas.
Los datos con los que cuenta el ACNUR hablan de 30.00 surosetios en la Federación Rusa; otras 15.000 personas originarias de Osetia del Sur se encuentran en Georgia; y otros 73.000 georgianos están dispersos en el interior de su país.
Todos estos desplazados están acomodados en 210 diferentes refugios.
El portavoz del ACNUR, Rod Redmon, explicó que una vez la tensión se mitigue se espera que algunos de los desplazados vuelvan a sus lugares de origen 'el problema es saber en qué condiciones se encontrarán sus hogares'.
De hecho, la OCHA afirma que se ha comprobado que los saqueos ocurrieron de forma masiva en la ciudad georgiana de Gori.
El Alto Comisionado para los Refugiados, Antonio Guterres, se desplazará la semana próxima a Georgia y Rusia para evaluar la situación, aunque aún no se ha determinado con quien se reunirá ni la ruta que seguirá.
Hasta la fecha el ACNUR ha distribuido más de 100 toneladas de material con el que se pretendía ayudar a más de 50.000 personas.
Por otra parte, esta agencia de la ONU expresó su preocupación por la seguridad y denunció que uno de sus equipos fue interceptado ayer por personas armadas que robaron dos vehículos aunque nadie resultó herido.
'Necesitamos un acceso total y lo más rápido posible', agregó Byrs, tras explicar que en caso contrario, no sólo no pueden ayudar sino tampoco pueden evaluar las necesidades de la población.
'No podemos acceder a ciertas áreas donde sabemos que somos necesarios porque no tenemos permiso. Las autoridades nos dicen que nos darán la autorización en cuanto puedan, pero que por el momento, por razones de seguridad no es posible', afirmó la portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, Anna Nelson.
'Tenemos un equipo listo para partir cuando sea necesario pero tenemos que estar seguros de que se dan las condiciones de seguridad', agregó Nelson.
Byrs afirmó que la institución está preparando un llamamiento de urgencia para recaudar fondos destinados a acciones en la zona en conflicto.
Hasta la fecha la agencia trabaja con un presupuesto de 15 millones de dólares.
Unicef expresó su preocupación por la cercanía del comienzo del año escolar y la necesidad de que miles de niños lo empiecen con total normalidad, algo que a la fecha se vislumbra difícil.
Por ahora las agencias humanitarias tienen dos prioridades: la comida y los refugios.
Byrs explicó que las reservas que el Programa Mundial del Alimentos (PAM) tenía almacenadas en Georgia con anterioridad se están acabando.
Asimismo, es necesario re-acondicionar los refugios donde viven los desplazados internos.
Según los últimos datos actualizados del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) el número de desplazados internos ya alcanza las 118.000 personas.
Los datos con los que cuenta el ACNUR hablan de 30.00 surosetios en la Federación Rusa; otras 15.000 personas originarias de Osetia del Sur se encuentran en Georgia; y otros 73.000 georgianos están dispersos en el interior de su país.
Todos estos desplazados están acomodados en 210 diferentes refugios.
El portavoz del ACNUR, Rod Redmon, explicó que una vez la tensión se mitigue se espera que algunos de los desplazados vuelvan a sus lugares de origen 'el problema es saber en qué condiciones se encontrarán sus hogares'.
De hecho, la OCHA afirma que se ha comprobado que los saqueos ocurrieron de forma masiva en la ciudad georgiana de Gori.
El Alto Comisionado para los Refugiados, Antonio Guterres, se desplazará la semana próxima a Georgia y Rusia para evaluar la situación, aunque aún no se ha determinado con quien se reunirá ni la ruta que seguirá.
Hasta la fecha el ACNUR ha distribuido más de 100 toneladas de material con el que se pretendía ayudar a más de 50.000 personas.
Por otra parte, esta agencia de la ONU expresó su preocupación por la seguridad y denunció que uno de sus equipos fue interceptado ayer por personas armadas que robaron dos vehículos aunque nadie resultó herido.
