Aumenta el riesgo de inundación en la capital de Tailandia

El Gobierno tailandés ha creado un centro para recibir ayuda internacional ante las graves inundaciones, que comenzaron el pasado julio y han provocado al menos 315 muertos  (Foto: EFE)
Las autoridades de Bangkok alertaron hoy de que surgen nuevos frentes de lucha para evitar la inundación de la capital de Tailandia, donde extensas áreas de su meseta central permanecen anegadas desde hace tres meses.

El gobernador de Bangkok, Sukhumband Paribatra, advirtió de la posibilidad de que el creciente flujo de agua procedente del norte inunde en las próximas horas al menos siete distritos de la capital, tras superar los diques temporales reforzados con cientos de miles de sacas de arena.

Los siete distritos están al otro lado de la barrera del noreste en la que cientos de soldados, operarios y voluntarios, trabajan desde hace 48 horas con la finalidad de proteger Bangkok, metrópoli poblada por unas diez millones de personas.

Paribatra aconsejó a los habitantes de estos siete distritos de la periferia de la capital estar en alerta ante una posible señal de evacuación dado que el nivel de agua subía, aunque de forma lenta.

El Gobierno tailandés teme que el daño económico sea devastador si las inundaciones alcanzan a Bangkok, que contribuye con el 41 por ciento al Producto Interior Bruto (PIB).

Hasta el momento y según los datos del Ministerio de Trabajo, al menos 14.000 fábricas y negocios han detenido su actividad por los daños causados por las inundaciones y unos 663.000 trabajadores están temporalmente parados.

La Fuerza Aérea retiró hoy sus aviones de su base adyacente al antiguo aeropuerto internacional de Don Muang, a unos 30 kilómetros al norte de Bangkok, tras el avance de la tromba de agua que el día anterior inundó las provincias vecinas de Pathun Thani y Ayuthaya.

La crisis creada por las inundaciones está poniendo a prueba la capacidad de gestión de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, y su Gabinete, en el poder desde agosto pasado y contra el que arrecian las críticas por cómo está manejando el desastre, así como por ocultar al público el verdadero alcance de éste.

Las inundaciones, las peores ocurridas en Tailandia durante el último siglo, han causado hasta ahora al menos 315 muertos y afectan a más de 2,4 millones de personas.

En aparente respuesta a las críticas, la primer ministra apeló hoy a la 'unidad nacional' y aseguró que su Gobierno se esfuerza para paliar la crisis.

'Hoy diré francamente la verdad. No he dejado piedra sin mover durante esta crisis, pero sola no la puedo resolver. Necesito la cooperación de todas las partes', dijo Yingluck en rueda de prensa después de que diarios locales informaran de disputas internas entre los ministros de su Gobierno.

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