No cesa la violencia en Yemen. Este lunes, un nuevo enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad yemeníes contra manifestantes contrarios al presidente del país, Alí Abdulá Salé, ha dejado 28 muertos, entre ellos una niña de diez meses, además de 187 heridos. Las fuerzas de seguridad yemeníes dispararon al aire, y alcanzaron a los civiles, pero algunos testigos han asegurado que había también francotiradores progubernamentales que se dedicaron a disparar directamente contra los manifestantes. Ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el ministro de Asuntos Exteriores del país ha asegurado que se perseguirá a los responsables de las matanzas, a los que hará 'rendir cuentas'.
Se recrudece la violencia en Yemen entre las fuerzas estatales que defienden al presidente del país, Alí Abdulá Salé, y los que quieren que se vaya. Tras los enfrentamientos de este domingo, que dejaron 26 fallecidos en las calles de la capital por disparos de las fuerzas de seguridad, los enfrentamientos han continuado este lunes y han vuelto a dejar muertos en la capital de Yemen.
En todo caso, el Gobierno no quiere que nadie piense que no le importan los muertos, y el propio ministro de Asuntos Exteriores del país, Abubakr Abdulá al Qirbi, ha prometido que el Ejecutivo perseguirá a los responsables de la muerte de 26 personas durante las manifestaciones del domingo. En una visita al Consejo de Derechos Humanos en la ONU, se ha mostrado firme: 'El Gobierno de Yemen expresa su dolor y condena todos los actos de violencia y todas las matanzas, como la ocurrida ayer (por el domingo) en Saná'.
Y ha añadido además: 'El Gobierno de Yemen expresa su dolor y condena todos los actos de violencia y todas las matanzas, como la ocurrida ayer en Saná. El Gobierno investigará y hará rendir cuentas a los responsables de estos actos'.
La información sobre los muertos y heridos la han dado los médicos que han ido atendiendo a los que aparecían. Así, el doctor Mohamed al Qubati, que trabaja en uno levantado en la Plaza del Cambio, en la capital de Yemen, en la que los manifestantes han estado ocho meses acampados para reclamar el fin del régimen, ha hecho una descripción de la situación: 'Hemos atendido heridas de bala, algunas causadas por armamento pesado, como granadas de propulsión', ha explicado.
Pero los muertos y los heridos de este lunes podrían multiplicarse. Lo ha explicado al Qubati: 'Hemos seguido oyendo disparos y creemos que esto solo acaba de empezar', ha explicado el médico.
A pesar de que desde el Gobierno se ha asegurado que las fuerzas de seguridad se limitaron a disparar al aire para dispersar una manifestación, fuentes presenciales han asegurado que varios francotiradores progubernamentales apostados en varios tejados de Saná dispararon este lunes contra los manifestantes y causaron un número indeterminado de muertos. Uno de los muertos ha sido una niña de tan solo diez meses de edad llamada Anas, que ha fallecido por un disparo en la cabeza.
A su vez, la cadena Al Yazira ha explicado que al menos dos personas murieron este lunes en Taiz (en el sur) por disparos de las fuerzas de seguridad contra manifestantes.
LA ONU BUSCA SOLUCIONES
La ONU está intentando buscar soluciones. Así, el mediador de la ONU para Yemen, Jamal bin Omar, ha aterrizado este lunes en Saná para analizar sobre el terreno lo que está ocurriendo, según ha informado la agencia de noticias estatal, SABA.
El secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo, Abdulatif al Zayani, también llegará este lunes a Saná para intentar concretar el plan de transición propuesto por este organismo para poner fin a la crisis política de Yemen.
Las matanzas de este lunes siguen en la estela de los asesinatos que tuvieron lugar el domingo, cuando al menos 25 personas murieron y otras 342 resultaron heridas de bala durante una manifestación de la oposición celebrada en la capital de Yemen, y que fue duramente reprimida por las fuerzas de seguridad.
Los policías emplearon abundante gas lacrimógeno y también fuego real para dispersar una protesta de la oposición que se convirtió en una de las más multitudinaria de los últimos meses. La acusaciones contra los agentes de seguridad no se han hecho esperar, y así testigos presenciales denunciaron que los agentes de la Policía han abierto fuego contra los manifestantes. Algunos de ellos respondieron el lanzamiento de cócteles molotov.
Convertidos ya el domingo en fuente de información, los médicos que atendieron a muertos y heridos confirmaron que es 'el peor día en tres meses'. 'Esperamos que lleguen más muertos', relató Jamal al Hamdani.
A las acusaciones del Consejo Nacional, la principal coalición opositora de Yemen, que en un comunicado afirmó que 'esta masacre no quedará sin castigo', el partido de Salé, el Consejo Nacional del Pueblo, acusó a la oposición de disparar contra los manifestantes.
Y desde una entidad como Amnistía Internacional (AI) también se ha criticado al gobierno de Yemen. AI ha reclamado a las autoridades yemenís que 'cesen inmediatamente' las muertes de manifestantes pacíficos a manos de las fuerzas de seguridad. Además, la ONG ha añadido en un comunicado que la situación también se está deteriorando en Taiz, en el sur, después de que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra manifestantes.
Según AI, desde febrero pasado unas 200 personas han muerto y más de un millar han resultado heridas en protestas de Yemen, y las fuerzas de seguridad han hecho un uso excesivo de la fuerza, con disparos con munición real.
En todo caso, el Gobierno no quiere que nadie piense que no le importan los muertos, y el propio ministro de Asuntos Exteriores del país, Abubakr Abdulá al Qirbi, ha prometido que el Ejecutivo perseguirá a los responsables de la muerte de 26 personas durante las manifestaciones del domingo. En una visita al Consejo de Derechos Humanos en la ONU, se ha mostrado firme: 'El Gobierno de Yemen expresa su dolor y condena todos los actos de violencia y todas las matanzas, como la ocurrida ayer (por el domingo) en Saná'.
Y ha añadido además: 'El Gobierno de Yemen expresa su dolor y condena todos los actos de violencia y todas las matanzas, como la ocurrida ayer en Saná. El Gobierno investigará y hará rendir cuentas a los responsables de estos actos'.
La información sobre los muertos y heridos la han dado los médicos que han ido atendiendo a los que aparecían. Así, el doctor Mohamed al Qubati, que trabaja en uno levantado en la Plaza del Cambio, en la capital de Yemen, en la que los manifestantes han estado ocho meses acampados para reclamar el fin del régimen, ha hecho una descripción de la situación: 'Hemos atendido heridas de bala, algunas causadas por armamento pesado, como granadas de propulsión', ha explicado.
Pero los muertos y los heridos de este lunes podrían multiplicarse. Lo ha explicado al Qubati: 'Hemos seguido oyendo disparos y creemos que esto solo acaba de empezar', ha explicado el médico.
A pesar de que desde el Gobierno se ha asegurado que las fuerzas de seguridad se limitaron a disparar al aire para dispersar una manifestación, fuentes presenciales han asegurado que varios francotiradores progubernamentales apostados en varios tejados de Saná dispararon este lunes contra los manifestantes y causaron un número indeterminado de muertos. Uno de los muertos ha sido una niña de tan solo diez meses de edad llamada Anas, que ha fallecido por un disparo en la cabeza.
A su vez, la cadena Al Yazira ha explicado que al menos dos personas murieron este lunes en Taiz (en el sur) por disparos de las fuerzas de seguridad contra manifestantes.
LA ONU BUSCA SOLUCIONES
La ONU está intentando buscar soluciones. Así, el mediador de la ONU para Yemen, Jamal bin Omar, ha aterrizado este lunes en Saná para analizar sobre el terreno lo que está ocurriendo, según ha informado la agencia de noticias estatal, SABA.
El secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo, Abdulatif al Zayani, también llegará este lunes a Saná para intentar concretar el plan de transición propuesto por este organismo para poner fin a la crisis política de Yemen.
Las matanzas de este lunes siguen en la estela de los asesinatos que tuvieron lugar el domingo, cuando al menos 25 personas murieron y otras 342 resultaron heridas de bala durante una manifestación de la oposición celebrada en la capital de Yemen, y que fue duramente reprimida por las fuerzas de seguridad.
Los policías emplearon abundante gas lacrimógeno y también fuego real para dispersar una protesta de la oposición que se convirtió en una de las más multitudinaria de los últimos meses. La acusaciones contra los agentes de seguridad no se han hecho esperar, y así testigos presenciales denunciaron que los agentes de la Policía han abierto fuego contra los manifestantes. Algunos de ellos respondieron el lanzamiento de cócteles molotov.
Convertidos ya el domingo en fuente de información, los médicos que atendieron a muertos y heridos confirmaron que es 'el peor día en tres meses'. 'Esperamos que lleguen más muertos', relató Jamal al Hamdani.
A las acusaciones del Consejo Nacional, la principal coalición opositora de Yemen, que en un comunicado afirmó que 'esta masacre no quedará sin castigo', el partido de Salé, el Consejo Nacional del Pueblo, acusó a la oposición de disparar contra los manifestantes.
Y desde una entidad como Amnistía Internacional (AI) también se ha criticado al gobierno de Yemen. AI ha reclamado a las autoridades yemenís que 'cesen inmediatamente' las muertes de manifestantes pacíficos a manos de las fuerzas de seguridad. Además, la ONG ha añadido en un comunicado que la situación también se está deteriorando en Taiz, en el sur, después de que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra manifestantes.
Según AI, desde febrero pasado unas 200 personas han muerto y más de un millar han resultado heridas en protestas de Yemen, y las fuerzas de seguridad han hecho un uso excesivo de la fuerza, con disparos con munición real.
