La crisis acaparó el arranque de la LXIII reunión anual de la Asamblea General de la ONU y, en los discursos de los distintos dirigentes, la situación económica apareció reiteradamente. Especial hincapié hizo en ella el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, quien pidió cooperación entre países para ayudar a otros Estados y 'hacer frente a la tormenta que se avecina'.
En aras de buscar una salida y aprender del camino andado, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, abogó por celebrar una cumbre a finales de año con la economía como punto único de la agenda.
Ban abrió el debate y lo hizo hablando de la crisis como una de las amenazas, junto al cambio climático, a las que se enfrenta la sociedad contemporánea. En estas épocas difíciles, pidió que los países no sólo miren a su propio ombligo y trabajen para ayudar, 'más o menos', a otros Estados, para 'hacer frente a la tormenta que se avecina'.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, declaró que 'la naturaleza global de esta crisis significa que las soluciones que adoptemos también deben ser globales, y que sean decididas en un foro multilateral creíble y sin imposiciones', en alusión a la ONU. Así, pidió una respuesta 'vigorosa' y acciones 'decisivas' de los gobiernos, especialmente de aquellos situados 'en el ojo del huracán'.
Esta respuesta, según Sarkozy, pasa por sacar lecciones en una cumbre antes de que concluya 2008. Durante su intervención, el jefe del Estado francés no especificó qué países participarían en el encuentro y sólo habló de quienes estuviesen 'más directamente afectados', pero en una rueda de prensa posterior detalló la inclusión en la reunión de países emergentes como China, India, Sudáfrica, México o Brasil. Preguntado al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, Miguel Angel Moratinos, confió en que Francia, 'país tan amigo', invitará a la anunciada reunión al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
OBJETIVOS DEL MILENIO
En otro orden de cosas, el secretario general de la ONU pidió el cumplimiento de los Objetivos del Milenio y anticipó la creación de una coalición de 'gobiernos, ONGs, sector privado y filántropos' que vigilen los avances, así como la posible celebración en 2010 de una cumbre de balance.
Parte de estos objetivos se relacionan de una u otra forma con el hambre, por lo que Ban reclamó no olvidar la crisis alimentaria, al tiempo que alertó del aumento de la violencia en países como Afganistán, Somalia, Sudán o Irak. Lanzó un llamamiento a los Estados para dotar a sus misiones de paz de los 'recursos necesarios'.
Ban abrió el debate y lo hizo hablando de la crisis como una de las amenazas, junto al cambio climático, a las que se enfrenta la sociedad contemporánea. En estas épocas difíciles, pidió que los países no sólo miren a su propio ombligo y trabajen para ayudar, 'más o menos', a otros Estados, para 'hacer frente a la tormenta que se avecina'.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, declaró que 'la naturaleza global de esta crisis significa que las soluciones que adoptemos también deben ser globales, y que sean decididas en un foro multilateral creíble y sin imposiciones', en alusión a la ONU. Así, pidió una respuesta 'vigorosa' y acciones 'decisivas' de los gobiernos, especialmente de aquellos situados 'en el ojo del huracán'.
Esta respuesta, según Sarkozy, pasa por sacar lecciones en una cumbre antes de que concluya 2008. Durante su intervención, el jefe del Estado francés no especificó qué países participarían en el encuentro y sólo habló de quienes estuviesen 'más directamente afectados', pero en una rueda de prensa posterior detalló la inclusión en la reunión de países emergentes como China, India, Sudáfrica, México o Brasil. Preguntado al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, Miguel Angel Moratinos, confió en que Francia, 'país tan amigo', invitará a la anunciada reunión al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
OBJETIVOS DEL MILENIO
En otro orden de cosas, el secretario general de la ONU pidió el cumplimiento de los Objetivos del Milenio y anticipó la creación de una coalición de 'gobiernos, ONGs, sector privado y filántropos' que vigilen los avances, así como la posible celebración en 2010 de una cumbre de balance.
Parte de estos objetivos se relacionan de una u otra forma con el hambre, por lo que Ban reclamó no olvidar la crisis alimentaria, al tiempo que alertó del aumento de la violencia en países como Afganistán, Somalia, Sudán o Irak. Lanzó un llamamiento a los Estados para dotar a sus misiones de paz de los 'recursos necesarios'.
