Bo Xilai niega las acusaciones de soborno ante el tribunal en China

Lejos de mostrarse dócil, el exlíder comunista Bo Xilai, acusado de soborno, malversación y abuso de poder, respondió ayer combativo a los cargos presentados durante la primera sesión de un juicio cargado de pompa.
Pulcramente afeitado, ojeroso y envejecido. Así apareció Bo en su primera imagen oficial desde que fue destituido de su cargo como dirigente de la ciudad de Chongqing hace 17 meses. El expolítico sorprendió por su determinación y vehemencia al negar varias acusaciones en la vista que comenzó ayer en el Tribunal Popular Intermedio de Jinan, capital de la provincia oriental china de Shandong.

Entre ellas, desmintió haber aceptado sobornos del empresario Tang Xiaolin y aseguró que, si se había declarado culpable previamente de ese cargo, había sido 'sin querer'.

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