Bosnia, Croacia y Serbia hacen balance de las riadas mientras sigue la alerta

635362060794939248w
photo_camera Unos hombres achican agua teñida de rojo en un almacén de frambuesas afectado por las inundaciones en la localidad de Pozega, a 200 kilómetros al suroeste de Belgrado, Serbia

Serbia, Bosnia y Croacia siguen luchando hoy contra las consecuencias de las inundaciones que han dejado ya 47 muertos, han obligado a evacuar a 1,2 millones de personas y han arrasado campos y ciudades, mientras las aguas empiezan a retirarse, aunque se mantiene la alerta por riadas y brotes infecciosos.

"No estamos ni siquiera cerca del final" de los problemas, declaró hoy el primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, aunque indicó que en el centro del país remiten las crecidas de los ríos Mlava, Resava, Morava y la situación está mejorando.

Sin embargo, en el oeste aún hay graves problemas y continúa la evacuación de Obrenovac, la ciudad más afectada por las riadas de los últimos seis días.

En varios puntos cruciales de protección ante la crecida del río Sava miles de personas refuerzan día y noche los terraplenes, debido a que la fuerza del caudal amenaza con romper en cualquier momento los diques.

La crisis persiste también en dos importantes centrales termoeléctricas, que han sido protegidas con terraplenes y donde se han instalado bombas de extracción de agua.

En Obrenovac han sido encontrados hasta ahora 14 fallecidos y equipos de submarinistas empezarán hoy a registrar viviendas en busca de posibles nuevas víctimas mortales.

El Gobierno ha declarado tres días de luto a partir de mañana para recordar a los 20 muertos contabilizados hasta ahora en toda Serbia, a causa de unas inundaciones que han obligado a la evacuación de más de 30.000 personas.

Los daños materiales en Serbia son grandes y las primeras estimaciones oficiales hablan de mucho más del 0,64 por ciento del PIB, unos 174 millones de euros, el porcentaje a partir del que se puede acceder a los fondos de solidaridad de la Unión Europea.

Ahora, la prioridad es prevenir el brote de epidemias, limpiar los terrenos y eliminar los numerosos cadáveres de animales.

Las pérdidas directas en la producción agrícola alcanzarán unos 500 millones de euros, según evaluaciones no oficiales, un 10 por ciento del valor anual de las cosechas.

Pero los daños a largo plazo son mucho mayores, ya que las capas fértiles han sido destruidas en muchas zonas, así como la maquinaria y las infraestructuras.

Cientos de kilómetros de carreteras, vías férreas y puentes están devastados y muchas casas han sido destruidas por el agua y los corrimientos de tierra.

También Bosnia vive hoy un día de luto por la muerte de 24 personas en la considerada mayor catástrofe natural de su historia, aunque se teme que el número final de víctimas sea muy superior.

El primer ministro bosnio, Vjekoslav Bevanda, dijo hoy que "casi 950.000 ciudadanos han abandonado sus hogares por las inundaciones, que han afectado directa o indirectamente a más de un millón y medio de personas", más de una cuarta parte de toda la población.

La situación sigue siendo crítica en el norte, donde la ciudad de Samac continúa bajo las aguas y donde los equipos de rescate evacúan con barcos a la población por el desbordamiento del Sava.

En las zonas de las que ya se han retirado las aguas hay riesgo de infecciones estomacales y epidemias contagiosas por ántrax o virus del Nilo, según han advertido las autoridades.

En la localidad de Doboj se han desplegado equipos de artificieros, ya que se teme que el barro haya arrastrado hasta el centro urbano minas antipersona desde los campos que fueron minados en la guerra de principios de los años 90.

Los daños materiales han sido cifrados en miles de millones de euros por el presidente del país, Bakir Izetbegovic, quien ha advertido de que Bosnia "difícilmente podrá recuperarse sin la ayuda internacional".

Por su parte, en el este de Croacia la situación parece hoy más calmada, pero aún hay peligro de nuevos desbordamientos del Sava, sobre todo a la altura de Slavonski Brod, ciudad de unos 60.000 habitantes.


En Croacia han muerto tres personas y unas 16.000 han tenido que ser evacuadas.

La Federación de Fútbol Croata (HNS) anunció que donará a los afectados las ganancias del partido amistoso que jugará con Mali el 31 de mayo.

El tenista serbio Novak Djokovic ha donado su premio del Masters de Roma, en torno a 500.000 dólares, a los afectados por las inundaciones en su país.

Te puede interesar