La campaña electoral para los comicios a la Presidencia francesa, suspendida el lunes tras los asesinatos de tres niños y un profesor en un colegio judío de Toulouse (sur de Francia), se reanuda hoy después de que la Policía abatió al asesino confeso.
El presidente francés y candidato a su reelección, Nicolas Sarkozy, anunció en un comunicado que participará a esa hora, en Estrasburgo (noreste), en un debate público sobre Europa, después de la muerte, por disparos de las fuerzas de seguridad, del asesino confeso de tres militares, tres niños y el padre de dos de ellos, que ha mantenido en vilo a Francia varios días.
Sarkozy ha comparecido en múltiples ocasiones en calidad de jefe del Estado para referirse a la operación para capturar vivo a Mohamed Merah, el francés de origen argelino de 23 años que reivindicó los siete asesinatos en nombre de la red terrorista Al Qaeda.
La última intervención pública de Sarkozy se produjo hoy a las 12.10 GMT, desde el Palacio del Elíseo y televisada en directo, para anunciar medidas legislativas para castigar penalmente a aquellos que visiten habitualmente páginas web que hagan apología del terrorismo.
El máximo rival de Sarkozy, el socialista, François Hollande, participará igualmente esta tarde (17.30 GMT) en otra reunión pública en la localidad de Aurillac (sureste).
Hollande también había comparecido al término del asalto al domicilio del presunto terrorista, que fue abatido por la policía tras pasar 32 horas en su vivienda en Toulouse, rodeado por agentes de seguridad.
El líder socialista rindió homenaje a las fuerzas de seguridad por poner fin 'a una insoportable angustia' tras los asesinatos de los últimos días en Toulouse y la vecina Montauban y destacó que 'la lucha contra el terrorismo es un combate continuo, que no permite ninguna relajación, ni ninguna debilidad'.
Antes, los servicios de prensa y el aparato del Partido Socialista y de la gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP) se habían cruzado acusaciones.
El secretario general de la UMP, Jean-François Copé, acusó a Hollande en una entrevista publicada hoy por el diario conservador 'Le Figaro' de intentar instrumentalizar las matanzas, a lo que la portavoz del socialista, Delphine Batho, respondió calificando las declaraciones como 'vergonzantes'.
Sarkozy, Hollande y otros de los candidatos a las elecciones presidenciales con dos vueltas, la primera el próximo 22 de abril y la segunda el 6 de mayo, coincidieron el miércoles en Montauban, cerca de Toulouse, en un acto de homenaje a los militares asesinados.
El centrista del MoDem François Bayrou, la ultraderechista del Frente Nacional Marien Le Pen, la ecologista Eva Joly y el conservador soberanista Nicolas Dupont-Aignan siguieron el mencionado tributo en silencio.
'Oficialmente, se trata de un raro momento de unidad nacional. En realidad, la campaña electoral alcanza su apogeo', según el análisis que publica hoy el vespertino progresista 'Le Monde'.
Tanto Bayrou como el candidato del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, habían anunciado su disconformidad con el parón de la campaña, porque suponía conceder relevancia al asesino.
Le Pen, que no hizo declaraciones durante las primeras pesquisas, cuando se especulaba con que los crímenes pudieran estar vinculados con un neonazi, rompió su silencio al confirmarse la pista de un extremista islámico y aseguró que quiere 'hacer la guerra' contra 'el riesgo fundamentalista', que se ha 'subestimado' en Francia.
Un sondeo publicado hoy y elaborado por el instituto CSA entre los pasados 19 y 20 de marzo, es decir, justo después de la matanza en el colegio pero antes de que las fuerzas de seguridad identificaran y abatiesen al asesino confeso, arrojaba que Sarkozy ha aumentado dos puntos y logra un 30 % de intención de voto en la primera vuelta.
Se sitúa, según la encuesta por delante de Hollande, que se mantiene estable con el 28 por ciento de los sufragios. Le Pen, por su parte, pierde 2,5 puntos cae hasta el 13,5 %.
La encuesta arroja que en la segunda vuelta, que se celebrará el próximo 6 de mayo, Hollande mantiene su ventaja y recibe el apoyo del 54 % de los votantes, frente al 46 % de Sarkozy.
