Un chalet en Cannes (sureste francés) se ha convertido en la clave del escándalo en torno a Bo Xilai, según se desprende de los testimonios presentados hoy en el juicio contra el ex dirigente chino en un tribunal de Jinan (este).
En el segundo día del juicio por aceptación de sobornos, malversación de fondos y abuso de poder, en un escándalo que estalló a raíz del asesinato en noviembre de 2011 del empresario británico Neil Heywood, se escucharon hoy los testimonios de la esposa de Bo, Gu Kailai; el arquitecto francés Patrick Devilliers y el antiguo 'número dos' del dirigente caído en desgracia, Wang Lijun.
Los testimonios -todos grabados previamente- coincidieron en que Gu quiso comprar en 2000 un chalet en Francia, y para ello recibió el dinero necesario (3,2 millones de dólares) del empresario Xu Ming, de la ciudad de Dalian, donde Bo era entonces el máximo dirigente.
Con el fin de evitar impuestos y posibles investigaciones sobre Bo, Gu se puso en contacto con Devilliers, quien se encargó de crear una sociedad opaca, Russell Real State, con sede social en Canadá y que se encargaría de ocultar la titularidad real.
Devilliers aparecía con el 50 por ciento de las acciones y el otro 50 por ciento se puso a nombre de Neil Heywood, entonces confidente de la esposa del dirigente chino.
Pero en abril de 2011, Gu perdió la confianza en Heywood, al considerar que no generaba suficientes ingresos con el alquiler de la propiedad y temerosa de que el empresario pudiera acabar apropiándose de la vivienda.
Optó entonces por traspasar las acciones de Heywood a la novia de Xu Ming, la presentadora de televisión Jiang Zhen Dolby.
Según el testimonio de Devilliers, el británico entró en cólera. 'Nunca le había visto tan enfadado', declaró el arquitecto, según el cual Heywood exigió 1,4 millones de libras esterlinas como compensación, so amenaza de revelar la trama.
Gu, por su parte, aseguró que cuando perdió las acciones, Heywood comenzó a amenazar al hijo de ella y Bo Xilai, Bo Guagua, de modo que ella llegó a temer por la vida de éste.
Ello, aseguró, le llevó a tomar la decisión de asesinarlo, lo que hizo en noviembre de 2011, cuando le envenenó tras emborracharle en un hotel de Chonqging, el feudo de Bo Xilai.
En la sesión de hoy, Gu aseguró también que su marido conocía no sólo la existencia del chalet, sino también que el dinero para pagarlo había provenido del empresario.
'Bo me preguntó y yo se lo dije, así que sabía que Xu Ming pagó esta casa', declaró. La única duda del dirigente era que la compra llegara al dominio público, y ella le aseguró que había puesto en marcha 'un proceso complicado pero que evitaba nuestro nombre, así que era seguro'.
Sin embargo, Bo, que niega los cargos de aceptación de sobornos -además de lo recibido de Xu Ming, otros 800.000 dólares del empresario Tang Xiaolin-, rechazó hoy estas afirmaciones como 'tonterías'.
Acerca del testimonio de su esposa, el ex secretario general del Partido Comunista en Chongqing afirmó que ella 'está loca, ha cambiado. Suele decir cosas falsas y está en una situación de enajenación mental'.
En otra parte de su declaración, cuyo vídeo el tribunal de Jinan difundió hoy en su cuenta de weibo (similar a Twitter), Gu -condenada a muerte por el asesinato de Heywood, aunque su sentencia se puede ver conmutada a cadena perpetua si muestra buena conducta- afirmó también que Xu Ming compró un ciclomotor eléctrico para Bo Guagua y adquirió billetes de avión para la familia.
A cambio de estos regalos, según Gu, Bo ayudó a que Xu Ming se hiciera con el control del equipo de fútbol de Dalian y a comprar un globo aerostático.
Una vez el tribunal concluya el examen de los cargos sobre aceptación de sobornos, pasará a revisar los relacionados con la malversación de fondos y el abuso de poder.
En febrero de 2012, la 'mano derecha' de Bo, Wang Lijun, quien cumple quince años de cárcel por su participación en el caso, hizo estallar el mayor escándalo político en China en décadas al buscar asilo en un consulado estadounidense y revelar la implicación de Gu en la muerte de Heywood, atribuida hasta entonces a la bebida en exceso.
Los testimonios -todos grabados previamente- coincidieron en que Gu quiso comprar en 2000 un chalet en Francia, y para ello recibió el dinero necesario (3,2 millones de dólares) del empresario Xu Ming, de la ciudad de Dalian, donde Bo era entonces el máximo dirigente.
Con el fin de evitar impuestos y posibles investigaciones sobre Bo, Gu se puso en contacto con Devilliers, quien se encargó de crear una sociedad opaca, Russell Real State, con sede social en Canadá y que se encargaría de ocultar la titularidad real.
Devilliers aparecía con el 50 por ciento de las acciones y el otro 50 por ciento se puso a nombre de Neil Heywood, entonces confidente de la esposa del dirigente chino.
Pero en abril de 2011, Gu perdió la confianza en Heywood, al considerar que no generaba suficientes ingresos con el alquiler de la propiedad y temerosa de que el empresario pudiera acabar apropiándose de la vivienda.
Optó entonces por traspasar las acciones de Heywood a la novia de Xu Ming, la presentadora de televisión Jiang Zhen Dolby.
Según el testimonio de Devilliers, el británico entró en cólera. 'Nunca le había visto tan enfadado', declaró el arquitecto, según el cual Heywood exigió 1,4 millones de libras esterlinas como compensación, so amenaza de revelar la trama.
Gu, por su parte, aseguró que cuando perdió las acciones, Heywood comenzó a amenazar al hijo de ella y Bo Xilai, Bo Guagua, de modo que ella llegó a temer por la vida de éste.
Ello, aseguró, le llevó a tomar la decisión de asesinarlo, lo que hizo en noviembre de 2011, cuando le envenenó tras emborracharle en un hotel de Chonqging, el feudo de Bo Xilai.
En la sesión de hoy, Gu aseguró también que su marido conocía no sólo la existencia del chalet, sino también que el dinero para pagarlo había provenido del empresario.
'Bo me preguntó y yo se lo dije, así que sabía que Xu Ming pagó esta casa', declaró. La única duda del dirigente era que la compra llegara al dominio público, y ella le aseguró que había puesto en marcha 'un proceso complicado pero que evitaba nuestro nombre, así que era seguro'.
Sin embargo, Bo, que niega los cargos de aceptación de sobornos -además de lo recibido de Xu Ming, otros 800.000 dólares del empresario Tang Xiaolin-, rechazó hoy estas afirmaciones como 'tonterías'.
Acerca del testimonio de su esposa, el ex secretario general del Partido Comunista en Chongqing afirmó que ella 'está loca, ha cambiado. Suele decir cosas falsas y está en una situación de enajenación mental'.
En otra parte de su declaración, cuyo vídeo el tribunal de Jinan difundió hoy en su cuenta de weibo (similar a Twitter), Gu -condenada a muerte por el asesinato de Heywood, aunque su sentencia se puede ver conmutada a cadena perpetua si muestra buena conducta- afirmó también que Xu Ming compró un ciclomotor eléctrico para Bo Guagua y adquirió billetes de avión para la familia.
A cambio de estos regalos, según Gu, Bo ayudó a que Xu Ming se hiciera con el control del equipo de fútbol de Dalian y a comprar un globo aerostático.
Una vez el tribunal concluya el examen de los cargos sobre aceptación de sobornos, pasará a revisar los relacionados con la malversación de fondos y el abuso de poder.
En febrero de 2012, la 'mano derecha' de Bo, Wang Lijun, quien cumple quince años de cárcel por su participación en el caso, hizo estallar el mayor escándalo político en China en décadas al buscar asilo en un consulado estadounidense y revelar la implicación de Gu en la muerte de Heywood, atribuida hasta entonces a la bebida en exceso.
