Más de 80 personas murieron ayer en Siria, según los grupos opositores, que denunciaron intensos bombardeos, en especial en la ciudad septentrional de Alepo, donde se registraron también combates entre el ejército y los rebeldes.
Los activistas de los Comités de Coordinación Local elevaron la cifra de víctimas a un centenar, mientras que la Comisión General de la Revolución Siria documentó 80, y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos 60 civiles e insurgentes y una treintena de miembros de las fuerzas de seguridad.
Esta nueva jornada de violencia coincide con la visita a Damasco del jefe de los cascos azules, Hervé Ladsous, y del nuevo responsable de los observadores de la ONU, Babacar Gaye, que inspeccionan la situación sobre el terreno. Solo en Alepo, la segunda ciudad del país y centro económico, murieron entre 16 y 20 personas, dependiendo de las fuentes, en bombardeos a los barrios de los de Al Sukari, Salahedín, Al Sajur, Al Bab y Bustan al Qasr, donde las tropas del régimen abrieron fuego desde helicópteros. Los CCL indicaron, asimismo, que la ciudad es sobrevolada por aviones militares Mig 21, mientras los rebeles y las fuerzas gubernamentales libran duros combates.
En Damasco, se registraron bombardeos en las zonas de Yurat al Shaibati, Al Sabina y Alasali con artillería y proyectiles de mortero, mientras que el barrio de Yobar fue asaltado por las fuerzas del régimen, que efectuaron redadas y saquearon viviendas y comercios. En Yurat al Shaibati, hubo, además, choques entre los leales al presidente, Bashar al Asad, y los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) y los 'shabiha' (milicias progubernamentales) incendiaron dos viviendas.
Los CCL y la red Sham denunciaron, además, una masacre en la localidad de Al Qabun, en la periferia de la capital, donde fueron hallados más de una decena de cadáveres, supuestamente de ciudadanos que habían sido detenidos por las fuerzas del régimen.
Esta nueva jornada de violencia coincide con la visita a Damasco del jefe de los cascos azules, Hervé Ladsous, y del nuevo responsable de los observadores de la ONU, Babacar Gaye, que inspeccionan la situación sobre el terreno. Solo en Alepo, la segunda ciudad del país y centro económico, murieron entre 16 y 20 personas, dependiendo de las fuentes, en bombardeos a los barrios de los de Al Sukari, Salahedín, Al Sajur, Al Bab y Bustan al Qasr, donde las tropas del régimen abrieron fuego desde helicópteros. Los CCL indicaron, asimismo, que la ciudad es sobrevolada por aviones militares Mig 21, mientras los rebeles y las fuerzas gubernamentales libran duros combates.
En Damasco, se registraron bombardeos en las zonas de Yurat al Shaibati, Al Sabina y Alasali con artillería y proyectiles de mortero, mientras que el barrio de Yobar fue asaltado por las fuerzas del régimen, que efectuaron redadas y saquearon viviendas y comercios. En Yurat al Shaibati, hubo, además, choques entre los leales al presidente, Bashar al Asad, y los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) y los 'shabiha' (milicias progubernamentales) incendiaron dos viviendas.
Los CCL y la red Sham denunciaron, además, una masacre en la localidad de Al Qabun, en la periferia de la capital, donde fueron hallados más de una decena de cadáveres, supuestamente de ciudadanos que habían sido detenidos por las fuerzas del régimen.
