El juicio contra el piloto de aviación de la compañía aérea local Garuda Airlines que sufrió un accidente en marzo de 2007 y provocó 21 víctimas mortales comienza hoy en la ciudad de Yogyakarta, al suroeste de Indonesia.
El capitán Marwoto Komar fue detenido el pasado febrero, acusado de quebrantar tanto las leyes de la aviación indonesias como el código penal, según informó el ayudante del fiscal general para asuntos criminales, Abdul Hakim Ritonga.
La investigación comenzó poco después del accidente, tras un informe de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte concluyese que el avión, un Boeing 737 con 140 personas a bordo, volaba 'demasiado rápido' durante las maniobras de aterrizaje, aunque no culpaba directamente al piloto del accidente.
El suceso tuvo lugar el 7 de marzo de 2007, cuando el aparato después de aterrizar en el aeropuerto de Yogyakarta, se salió de la pista y se incendió.
El accidente ocurrió apenas tres meses después de que otro avión, esta vez de la compañía Adam Air, se precipitase al mar cerca de las islas Célebes (noreste de Indonesia), matando a sus 102 ocupantes.
La aerolínea indonesia Garuda Airlines superó a finales de mayo la auditoría de seguridad de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Este paso podría acelerar su salida de la 'lista negra' de la Unión Europea en la que se encuentran todas las compañías aéreas indonesias, que tienen prohibido entrar en el espacio aéreo común por problemas de seguridad.
Según datos de la IATA, el índice de accidentes de aviación en Indonesia en los últimos tres años es de 2,1 siniestros por cada millón de vuelos, mientras que en los países europeos se queda en 0,75.
La investigación comenzó poco después del accidente, tras un informe de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte concluyese que el avión, un Boeing 737 con 140 personas a bordo, volaba 'demasiado rápido' durante las maniobras de aterrizaje, aunque no culpaba directamente al piloto del accidente.
El suceso tuvo lugar el 7 de marzo de 2007, cuando el aparato después de aterrizar en el aeropuerto de Yogyakarta, se salió de la pista y se incendió.
El accidente ocurrió apenas tres meses después de que otro avión, esta vez de la compañía Adam Air, se precipitase al mar cerca de las islas Célebes (noreste de Indonesia), matando a sus 102 ocupantes.
La aerolínea indonesia Garuda Airlines superó a finales de mayo la auditoría de seguridad de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Este paso podría acelerar su salida de la 'lista negra' de la Unión Europea en la que se encuentran todas las compañías aéreas indonesias, que tienen prohibido entrar en el espacio aéreo común por problemas de seguridad.
Según datos de la IATA, el índice de accidentes de aviación en Indonesia en los últimos tres años es de 2,1 siniestros por cada millón de vuelos, mientras que en los países europeos se queda en 0,75.
