Los conservadores galos estrenan etapa divididos y con Copé como nuevo líder

Los conservadores franceses encaran desde hoy una nueva etapa en la que se ha puesto de manifiesto la fractura de la UMP
Los conservadores franceses encaran desde hoy una nueva etapa en la que se ha puesto de manifiesto la fractura de la UMP, cuyo nuevo líder, Jean-François Copé, se impuso anoche al exprimer ministro François Fillon por apenas 98 votos de diferencia.
Tras 24 horas de 'psicodrama', tal y como han calificado algunos medios la crisis creada por el polémico recuento de las papeletas y las denuncias de irregularidades en la votación lanzadas desde uno y otro bando, la resaca electoral se saldó hoy con la intención de restablecer cuanto antes la imagen del partido.

Copé tiene la 'ardiente obligación' de unir a los militantes, aseguró hoy el exministro de Exteriores Alain Juppé, un día después de haber alertado de que la 'confrontación lamentable' entre los dos candidatos ponía en juego 'la propia existencia' de esa agrupación.

La comisión electoral interna oficializó el resultado de las primarias anoche, y el vencido, aunque anunció que no va a impugnar el escrutinio, no escondió su decepción y la 'fractura moral y política' evidenciada a su juicio por este proceso y por los métodos desplegados por sus adversarios.

Fillon adelantó anoche que se tomará unos días antes de anunciar la forma que tomará su 'compromiso político' en el futuro, pero su entorno ha avanzado ya que no piensa aceptar la propuesta de asumir la vicepresidencia del partido, lanzada hoy por Copé en un intento por tender puentes y calmar los ánimos.

'Le he dejado un mensaje en su contestador para proponerle que nos veamos y, si está de acuerdo, que sea el vicepresidente. Quiero abrir mis brazos a todo el mundo', señaló esta mañana el nuevo líder.

Ese título estaría creado ex profeso para el exministro y la propuesta, según el director de la campaña de Fillon, el diputado Eric Ciotti, no es sino 'grotesca'.

El circo mediático y político en el que han caído los conservadores ha alimentado las críticas de otros partidos del país, especialmente del ultraderechista Frente Nacional, cuya líder, Marine Le Pen, no ha podido esconder cierta satisfacción al ver cómo la UMP se 'desgarraba' a sí misma.

'Estas 24 horas han sido aterradoras', indicó Le Pen en una entrevista concedida a la cadena 'BFM TV', en la que se sirvió de las críticas cruzadas entre los tenores de la UMP y entre los próximos de Fillon para tachar esas primarias de 'vasta mascarada'.

Para Le Pen, el expresidente Nicolas Sarkozy dejó tras de sí 'un campo de ruinas' y 'una derecha dividida', en la que a su juicio 'no hay una nueva figura ni un nuevo proyecto'.

Copé ocupaba desde 2010 y hasta ahora la secretaría general de la UMP, y con su elección como presidente pone al frente una ideología que reivindica la 'derecha sin complejos', dirigida a seducir al ala más tradicionalista de la formación.

Nacido hace 48 años en Boulogne-Billancourt, a las afueras de París, el nuevo rostro de los conservadores galos, que se estrenó como diputado en 1995, reivindica la herencia política de Sarkozy pero defiende también postulados muy cercanos a los del FN.

'Nadie desea que nuestra familia estalle', sostuvo hoy el exministro de Economía François Baroin, no sin dejar claro que trabajará para evitar que el centro de gravedad de ese partido se desplace hacia la línea dura de la derecha.

Quien sí ve claro su futuro es, de nuevo, Le Pen: 'Ese movimiento está hoy dividido en dos partes iguales y, por definición, debilitado. (...) Eso demuestra que nosotros aparecemos como la verdadera alternativa a la política socialista, lo que sostiene nuestro lugar de primera fuerza de la oposición', ha afirmado sin rodeos.

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