El Ministerio del Interior pidió a la Fiscalía que investigue si la policía hizo un uso excesivo de la fuerza

El ejército no logra controlar la ola de violencia en El Cairo

Manifestantes egipcios protestan durante los enfrentamientos de la plaza Tahrir de El Cairo. (Foto: KHALED ELFIQI)
La tensión en la plaza Tahrir creció ayer en medio de intentos vanos del Ejército de detener la violencia entre manifestantes, por un lado, y policía y matones, por otro, mientras la crisis política se agrava a cinco días de los comicios. En el quinto día consecutivo de protestas contra la Junta Militar, tres carros blindados del Ejército entraron ayer en la calle Mohamed Mahmud, epicentro de los choques, para cubrir el repliegue de la policía, que fue sustituida en parte por soldados.
Sin embargo, la escasa presencia militar, que posibilitó una breve tregua, no fue suficiente para impedir que se reanudaran los enfrentamientos, después de que el martes decenas de miles de personas se manifestasen para exigir la renuncia de la Junta Militar en un ambiente predominantemente pacífico. En las calles cercanas al reforzado Ministerio del Interior y a la plaza Tahrir, la policía colocó barreras y disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes, quienes no dejaron de lanzar piedras.

A primera hora de la noche, los 'baltaguiya' (matones) hicieron acto de presencia en la calle comercial de Talaat Harb, que desemboca en Tahrir, y se enfrentaron con palos y armas blancas a los manifestantes. Los heridos no pararon de llegar en ambulancia, moto o incluso a pie hasta los improvisados hospitales de campaña de Tahrir, cada vez más llena de tiendas de campaña y de personas dispuestas a resistir los ataques de las fuerzas de seguridad.

En coincidencia con el llamamiento de la Organización de Naciones Unidas a que se investigue la represión de las protestas en Egipto, el Ministerio egipcio del Interior pidió a la Fiscalía que estudie las acusaciones contra la policía por el uso excesivo de la fuerza.

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