Un bombardeo y un operativo de un millar de soldados acabaron con la vida de 'Alfonso Cano'

El Ejército y la policía matan al líder de las FARC colombianas

Cadáver de 'Alfonso Cano', número uno actual de las FARC
El Ejército y la Policía de Colombia acabaron ayer con la vida de Guillermo León Sáenz, alias 'Alfonso Cano' y máximo dirigente de las FARC, en un operativo que el Gobierno calificó como 'el mayor golpe a esta guerrilla' en sus casi 50 años de historia. 'Cayó el número uno de las FARC. Es el golpe más contundente que se ha dado a esta organización en toda su historia', afirmó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en un mensaje a la nación desde Cartagena de Indias. Santos hizo un llamamiento a los integrantes de las FARC para que se desmovilicen y opten por la vía de la paz y de la entrega de las armas. 'Desmovil?
'Cayó el número uno de las FARC. Es el golpe más contundente que se ha dado a esta organización en toda su historia', afirmó el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en un mensaje a la nación desde Cartagena de Indias. Santos hizo un llamamiento a los integrantes de las FARC para que se desmovilicen y opten por la vía de la paz y de la entrega de las armas. 'Desmovilícense; de lo contrario, como hemos dicho tantas veces y como hemos comprobado, terminarán o en una cárcel o en la tumba', aseveró el presidente.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, explicó los detalles del operativo, llamado 'Odiseo', y que, según explicó, contó con el despliegue de un millar de hombres de las fuerzas de seguridad del Estado.

Pinzón indicó que la operación se había iniciado 'hace varios días. Fue una 'operación conjunta de bombardeo' de las Fuerzas Militares y la Policía, en la que 'cayeron algunos miembros de la estructura de seguridad de Alfonso Cano': el encargado de las comunicaciones y al parecer su compañera sentimental. Además, su jefe de seguridad fue capturado.

'Alfonso Cano', que estaba en la zona conocida como el Cauca desde hacía dos meses, vivía acompañado de 14 guerrilleros y cuando murió estaba afeitado, por lo que su rostro no correspondía con la imagen que se conocía de él, siempre con barba y gafas redondas. En el lugar se encontraron su billetera, objetos personales, documentos y su ordenador.

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