Los comicios presidenciales y locales finalizaron ayer en Irán tras 15 horas de votaciones, en las que las autoridades aseguran que se produjo una participación masiva que consideran un claro apoyo a la legitimidad del régimen islámico.
En la larga jornada de votación, según distintas web informativas y medios locales consultados, ningún candidato habría obtenido una mayoría por encima del 50%, por lo que sería preciso realizar una segunda vuelta, que tendría lugar el 21 de junio.
Con la oposición laica proscrita, marginados los nacionalistas islámicos del actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, y con los reformistas muy debilitados, estas undécimas presidenciales fueron ayer las elecciones más restringidas de la historia de la República Islámica, que en cada proceso electoral relega a más sectores y reduce su base.
Con la oposición laica proscrita, marginados los nacionalistas islámicos del actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, y con los reformistas muy debilitados, estas undécimas presidenciales fueron ayer las elecciones más restringidas de la historia de la República Islámica, que en cada proceso electoral relega a más sectores y reduce su base.