La familia del presidente centroafricano llega a Zongo, en la R.D. del Congo

La familia del presidente de la República Centroafricana, François Bozizé, llegó hoy a la localidad de Zongo, en el noroeste de la República Democrática del Congo (RDC), tras huir de Bangui, tomada por la coalición rebelde Séléka.
'La familia del presidente Bozizé ha atravesado el río Ubangui para llegar a Zongo, en la RDC. La familia del presidente centroafricano tiene derecho a protección, como cualquier otro refugiado que huye de la guerra en su país de origen', dijo hoy a Efe el portavoz del Gobierno de Kinshasa, Lambert Mende.

No obstante, el también ministro congoleño de Información no aludió en ningún momento a la presencia física de Bozizé en la RDC.

Sin embargo, el opositor Joseph Olenga N'koy indicó que Bozizé cruzó el río Ubangui y llegó a la RDC con su familia, un hecho que Mende no negó.

Los rebeldes de la Séléka tomaron hoy el control total de Bangui, después de un veloz avance hasta la capital centroafricana.

Francia pidió anoche una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU ante los acontecimientos en la República Centroafricana.

En enero se inició en Gabón un proceso negociador entre el Gobierno centroafricano y la Séléka, que culminó con la firma de unos acuerdos de paz el día 11 de ese mes y que contemplaban un alto el fuego y una transición de un año con un gobierno de unidad nacional que parece no haber satisfecho las demandas de la rebelión.

Los rebeldes reiniciaron su actividad el pasado miércoles, después de haber dado un ultimátum al presidente para cumplir una serie de reivindicaciones -salida de las tropas extranjeras del país y la liberación de presos políticos, entre otras- que expiró el día 20, y han avanzado rápidamente hasta Bangui.

La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.

Estos tratados contemplaban -entre otros asuntos- la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de prisioneros políticos, y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme.

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