El filósofo y disidente iraní, Ramin Jahanbegloo, que llegó a estar encarcelado en su país por defender la instauración de la democracia, ha pronosticado que las revueltas sociales que ahora sacuden a países árabes como Túnez y Egipto, también llegarán a Occidente, 'porque lo que está sucediendo tiene que ver con la crisis económica mundial'.
En declaraciones a Europa Press, Jahanbegloo, que es uno de los especialistas que intervienen este viernes en Córdoba en el debate sobre 'La proyección del paradigma de Córdoba en el presente', en el marco de los Encuentros Averroes, organizados por la Fundación Córdoba Ciudad Cultural, Casa Árabe y la Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos de la Universidad de Córdoba (UCO), ha dado por seguro que los acontecimientos de Túnez y Egipto, en cuanto a la 'lucha por la democratización, que está en marcha en Irán desde hace décadas', también llegará al resto de países árabes y musulmanes que están bajo el yugo de dictaduras.
A este respecto, este profesor de Ciencia Política en la Universidad de Toronto (Canada), que apuesta por la no violencia y el diálogo intercultural, está convencido de que 'ese aumento de la pasión política y la exigencia de más democracia' que ahora se vive en Egipto 'será una lucha permanente en Oriente Medio, pero no sólo como respuesta ante los regímenes autoritarios' de esta zona o ante 'los regímenes teocráticos, como los de Arabia Saudí o Irán, sino que es un asunto global', puesto que los ciudadanos que participan en estas revueltas civiles, además de democracia, 'también están pidiendo mejores condiciones económicas y de trabajo, e incluso comida'.
Es decir, los levantamientos populares que ahora se producen en los países árabes 'también tienen que ver con la crisis económica mundial, que igualmente afecta a Occidente', de modo que éste 'también es un problema del mundo occidental, de forma que lo que ahora estamos viendo en Egipto, en Túnez o en Irán, puede ser un problema también en el futuro en España, en Francia, en Alemania, en Holanda e, incluso, en Estados Unidos, porque este no es un problema exclusivo del mundo musulmán, sino que es un problema general'.
PARADIGMA DE CÓRDOBA
En este sentido y en cuanto al concepto que Jahanbegloo ha acuñado en 'Elogio de la diversidad', uno de los más de 20 libros que ha escrito, respecto a la convivencia pacífica entre religiones (cristiana, musulmana y judía) que se dio en la Córdoba de Al-Ándalus y que ha definido como el 'paradigma de Córdoba', este disidente iraní, que quiere volver a su país y apoyar su democratización, pero no al frente de ningún partido político, entiende que este concepto puede seguir vigente hoy, 'en una Europa en la que cristianos, musulmanes y judíos no viven en sus respectivos guetos mentales, sino que tienen el potencial cultural para escucharse y entenderse unos a otros'.
'El primer paso que hay que dar para que eso sea posible', según ha argumentado Jahanbegloo, es que 'Europa no tenga miedo de los otros, en este caso de los musulmanes, a los que los europeos no deben ver como inmigrantes que llegan a quitarles el trabajo, sino como a miembros de una civilización, con sus potencialidades, que tiene la capacidad de democratizar la democracia'.
A este respecto, este profesor de Ciencia Política en la Universidad de Toronto (Canada), que apuesta por la no violencia y el diálogo intercultural, está convencido de que 'ese aumento de la pasión política y la exigencia de más democracia' que ahora se vive en Egipto 'será una lucha permanente en Oriente Medio, pero no sólo como respuesta ante los regímenes autoritarios' de esta zona o ante 'los regímenes teocráticos, como los de Arabia Saudí o Irán, sino que es un asunto global', puesto que los ciudadanos que participan en estas revueltas civiles, además de democracia, 'también están pidiendo mejores condiciones económicas y de trabajo, e incluso comida'.
Es decir, los levantamientos populares que ahora se producen en los países árabes 'también tienen que ver con la crisis económica mundial, que igualmente afecta a Occidente', de modo que éste 'también es un problema del mundo occidental, de forma que lo que ahora estamos viendo en Egipto, en Túnez o en Irán, puede ser un problema también en el futuro en España, en Francia, en Alemania, en Holanda e, incluso, en Estados Unidos, porque este no es un problema exclusivo del mundo musulmán, sino que es un problema general'.
PARADIGMA DE CÓRDOBA
En este sentido y en cuanto al concepto que Jahanbegloo ha acuñado en 'Elogio de la diversidad', uno de los más de 20 libros que ha escrito, respecto a la convivencia pacífica entre religiones (cristiana, musulmana y judía) que se dio en la Córdoba de Al-Ándalus y que ha definido como el 'paradigma de Córdoba', este disidente iraní, que quiere volver a su país y apoyar su democratización, pero no al frente de ningún partido político, entiende que este concepto puede seguir vigente hoy, 'en una Europa en la que cristianos, musulmanes y judíos no viven en sus respectivos guetos mentales, sino que tienen el potencial cultural para escucharse y entenderse unos a otros'.
'El primer paso que hay que dar para que eso sea posible', según ha argumentado Jahanbegloo, es que 'Europa no tenga miedo de los otros, en este caso de los musulmanes, a los que los europeos no deben ver como inmigrantes que llegan a quitarles el trabajo, sino como a miembros de una civilización, con sus potencialidades, que tiene la capacidad de democratizar la democracia'.
