Joachim Gauck, opositor al régimen en la antigua República Democrática Alemana, ha jurado este viernes su cargo como nuevo presidente de Alemania, prometiendo usar su experiencia al vivir bajo una dictadura para enfrentarse a la extrema derecha y otros extremistas.
'Me gustaría daros las gracias a todos por un regalo: vuestra confianza', ha declarado Gauck en su discurso ante el Reichstag, el Parlamento alemán.
Gauck ha mencionado en su discurso el milagro económico experimentado por la República Federal Alemana tras la Segunda Guerra Mundial, aunque también ha señalado algunos errores, como 'la falta de culpa y de empatía con las víctimas del régimen nazi'.
El nuevo presidente se identificó con los jóvenes que se manifestaron en Europa en 1968 contra la 'arrogancia' de la generación de sus padres y señaló que la reunificación de las dos Alemanias en 1990 creó 'un pueblo', que tiene que defender la democracia con determinación.
'Especialmente a los extremistas de extrema derecha que odian la democracia, les decimos: 'Vuestro odio es nuestra motivación para no abandonar a nuestro país'. No mostraremos nuestro miedo como regalo', ha señalado. En los últimos meses, las fuerzas de seguridad han destapado un grupo de ultraderecha que habría cometido diez asesinatos contra personas extranjeras.
Alemania también se levantará contra 'los extremistas de otras facciones políticas y de aquellos, que con el disfraz de la religión, traen el fanatismo y el terror a nuestro país', ha afirmado Gauck.
Gauck, pastor luterano retirado y activista pro Derechos Humanos, fue elegido el pasado domingo como presidente de Alemania con 991 votos de la Asamblea de diputados nacionales y federales del Bundestag.
Nacido en Rostock en 1940 y criado en la antigua República Democrática Alemana (Alemania del Este), el nuevo presidente alemán fue en su día uno de los miembros más prominentes del movimiento pacífico de protesta que contribuyó al derribo del Muro de Berlín en 1989, en la culminación de una vida política dedicada a la lucha contra los crímenes del Comunismo.
Gauck sucede en la Presidencia a Christian Wulff, quien el pasado mes de febrero presentó la dimisión, un día después de que la Fiscalía de Hannover hubiera solicitado el levantamiento de su inmunidad para que pudiera ser investigado por delitos de corrupción supuestamente cometidos cuando gobernaba Baja Sajonia.
Merkel se opuso a su designación en 2010 a pesar del consenso de la oposición para colocar a Gauck en la Presidencia y decidió presentar a Wulff. Ahora ha tenido que aceptar al disidente tras las presiones de la oposición y del Partido Liberal, los socios de Merkel en la coalición de Gobierno.
