El grupo M23 abandona la lucha armada tras año y medio de rebelión en el Congo

Los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) anunciaron ayer el cese oficial de su lucha armada, lo que pone fin a más de un año y medio de combates contra el Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) y las tropas de la ONU, que han provocado cientos de miles de desplazados. El anuncio del 'fin de rebelión' llegó a través de un comunicado emitido por el jefe político de los insurgentes, Bertrand Bisimwa, condición que le exigía el Gobierno congolés para detener la ofensiva militar lanzada contra todas sus posiciones.
A partir de ahora, el grupo insurgente tratará de alcanzar sus objetivos por medios políticos. 'La dirección del Movimiento del 23 de Marzo anuncia a la opinión nacional e internacional que ha decidido poner fin a su rebelión y perseguir, por medios puramente políticos, la búsqueda de soluciones a las profundas causas que provocaron su creación', señala la nota.

Los milicianos iniciarán un 'proceso de desarme, desmovilización y reinserción social en la modalidad convenida con el Gobierno de la República Democrática del Congo', añade el escrito. El fin de la rebelión se anunció tras una ofensiva militar a gran escala lanzada por el Ejército congolés para desalojar a los insurgentes de sus últimos bastiones, ubicados en la conflictiva provincia oriental de Kivu del Norte. El ataque se inició el pasado 25 de octubre, justo tres días después de que se suspendieran definitivamente las negociaciones de paz que mantienen ambos bandos desde el pasado año en Kampala, las cuales llevaban varios meses estancadas.

La consecución de un acuerdo parece ahora más cercana, si bien el Ejecutivo advirtió que no firmará ningún documento hasta comprobar 'sobre el terreno' que el M23 ha depuesto las armas.

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